Propuesta municipal
El Ayuntamiento traslada el mercado de Colón a la acera de Papalaguinda
Los vendedores reclaman cortar el primer tramo de la calzada en lugar de ocupar la acera
Colón se moverá más allá de Guzmán. El equipo de gobierno del Ayuntamiento anunció ayer la propuesta de traslado del tradicional mercadillo de los martes y los viernes a la avenida de Papalaguinda. Pero no a la calzada, como reclaman los vendedores, sino estirados a lo largo de la acera.
La diferencia está en que los 106 titulares defienden que su instalación en el primer tramo de 250 metros, desde la glorieta hasta antes del McDonalds, favorecerá las ventas con la colocación de puestos a los dos lados de la calzada y con distancia suficiente, mientras que la decisión de la administración hará que los últimos comerciantes de textil acaben a la puerta de las instalaciones del Casino Club Peñalba.
Negociación
Frente a esta reivindicación, que sería volver a la ubicación que tuvieron entre 2002 y 2005, durante las obras de la plaza de Colón, el Ayuntamiento se adelantó en una nota de prensa a explicar que «es la opción más adecuada», de acuerdo a «los informes técnicos y de la Policía Local». No hay lugar a otras alternativas que se barajaron, como la calle Cinco de Octubre, detrás del auditorio, la parte trasera de San Marcos, la zona de tierra junta a la bolera de San Marcos y el paseo de la Condesa.
El espacio elegido permitirá «garantizar la separación entre ellos y también de los comerciantes con los propios consumidores», dado que se establecerán «pasillos que permitan el distanciamiento social y el control del aforo», según expuso la concejala de Promoción Económica, Susana Travesí.
Otras opciones
La edil se agarró además al criterio policial para defender que no contemplan «la utilización de la calzada ante la inviabilidad del corte del tráfico del paseo dos veces a la semana», dado que «se tata de «una zona de estacionamiento disuasoria con una alta ocupación para los ciudadanos que van directamente a trabajar o a realizar gestiones al centro de la ciudad».
La respuesta
El problema está en que «se trata de una zona naranja de la ORA», como resumió Aarón Hernández. El portavoz de los comerciantes insistió en que la propuesta de la acera hace que «los vendedores del textil queden muy lejos» y que la gente «como mucho llegue a los primeros puestos de frutas, verduras, quesos, bacalao y perecederos».
«¿Quién va a ir a cuestas desde Colón hasta allí abajo?», se preguntó el vendedor, quien desveló que el Ayuntamiento les ofreció como salida ocupar la calzada pero tan sólo un día a la semana, martes o viernes. «Anteponen unos aparcamientos de la ORA a 200 personas. Que no nos vean como puestos, sino familias que vivimos de ahí», concedió el representante del colectivo, que recalcó que tan sólo ocuparían «250 metros, un mini rastro, y los vehículos podrían entrar y salir por la plaza de toros».
Para incentivar el acuerdo, Travesí apuntó ayer que, si los vendedores aceptan, podrán empezar ya el viernes, después de tres meses parados en el caso de los textiles. No volverán a Colón. El Ayuntamiento, que en agosto del pasado año envió informe al Procurador del Común en el que defendía la ubicación, admite ahora que no se garantiza la accesibilidad y avisa de que el traslado no será temporal.