«Lo del Bierzo como décima provincia no lo ponga en mi boca pero tampoco me lo quite»

—En la futura Ley de Ordenación del Territorio, en el caso del Bierzo ¿se podría avanzar hacia un modelo comarcal, un poco como la décima provincia de esta Comunidad, teniendo en cuenta que Ponferrada es mayor que capitales como Ávila o Segovia y si el Consejo Comarcal podría aglutinar de una vez por todas esa agrupación de municipios en torno a una administración común para todos?

—Creemos que la comarca del Bierzo ya es una realidad y que hay que contar con ella. Lo de la décima provincia no lo ponga usted en mi boca pero tampoco me lo quite. Es una realidad con sus consejos comarcal, su prestación de servicios propia, su estructura propia y tenemos que aprovechar esta realidad para darle más capacidad de decisión y más capacidad de prestación de servicios. Naturalmente tiene que entrar en la ley. Pero sobre el asunto de la décima provincia no me pronuncio porque aún quiero sobrevivir y poder pasear por León algún día.

—¿Usted cree que en ese convenio marco que se ha firmado con la Junta se va a avanzar más en el ámbito competencial?

—Yo creo que sí. Porque todo lo que sea avanzar en una administración más eficaz es una buena cosa. Hay un problema de tamaño en las administraciones para que sean eficaces y creo que ese es el sentido adecuado.

—En este caso ¿el Consejo Comarcal podría ser una mancomunidad de interés general pero con servicios y con competencias?

—Creo que sí, que la comarca tiene que ser algo más que una mancomunidad. Otro asunto es la definición de hasta dónde llegar en la prestación de servicios. Pero la comarca del Bierzo es una realidad indiscutible y lo que hay que hacer es dotarla de las herramientas legales y administrativas para que pueda prestar la mayor cantidad de servicios posible.

—Hay un pueblo del Bierzo que se quiere ir. ¿Qué piensa de estos pueblos fronterizos que en un momento dado se sienten abandonados por su territorio y quieren sumarse a otra comunidad?. En este caso el presidente Feijoo no oculta que si por él fuera le aceptaría en Galicia.

—Lo que no es bueno es entrar en un debate permanente de los límites administrativos. Creo que esos debates se entierran en su momento y lo que hay que hacer es procurar ser útil a quién quiere irse. Intentar entender que es lo que está ocurriendo y poner los medios. Una disputa de límites casi nunca acaba bien. Por lo tanto nosotros no vamos a andar disputando sobre las lindes. Las lindes son las que son y lo que hay que hacer es atender a esos pueblos.

—Usted se define más como médico que como político. ¿Por qué hay tantos problemas para que los profesionales de la medicina vayan al Hospital del Bierzo?

—Hay pocos profesionales. Tenemos un problema de base es la Ebau. A nosotros nos penaliza porque las notas en otros sitios son más altas y eso hace que, con una formación superior, nuestros hijos tengan que estudiar medicina fuera o no lo puedan estudiar. Con lo cual la gente ya no es de aquí. Otra de las razones por las que un médico quiere ir a un sitio o a otro el desarrollo de su profesión. Tenemos una tarea política importante y es conseguir que nuestros hospitales comarcales o de sitios más pequeños sean atractivos desde el punto de vista profesional, que puedan desarrollar técnicas, investigar, hacer cosas que sean atractivas para el profesional. Cuando se habla de incentivación solo se habla de dinero y es un clarísimo error. He ejercido veintitantos años en Palencia, un hospital pequeño que podría ser el Bierzo perfectamente. Lo que te hace atractivo es que tú puedas desarrollar tu profesión y eso es lo que tenemos que trabajar. El problema no está en el Bierzo, que es un sitio maravilloso. El problema está en que tenemos que conseguir también un sistema en el que la gente sepa que puede tener movilidad. Los grandes hospitales se quedan con sus residentes y nunca dejan opción a otros médicos. Y eso acaba penalizando a los sitios pequeños porque la gente no quiere ir. Además los hospitales tienen que poder trabajar en red y que los profesionales puedan moverse de un hospital a otro. Los hospitales se construyen con muchísima rapidez pero su funcionamiento requiere muchas cosas porque sino no tienes hospital. Hay unas cuantas cosas que hay que reformar y para eso hay que reconocer a la gente lo que hace para que esté orgullosa de estar donde está. Al fin y al cabo lo que mueve a las personas, y a los médicos mucho, es el orgullo, en un sitio donde la gente te reconozca. Uno de los mejores hospitales del mundo, en Estados Unidos, está en un pueblo pero la gente va allí porque es el sitio más prestigioso del mundo.