Cae la cúpula de la casa de cultura de Villabalter sin causar daños personales

La casa de cultura de la localidad de Villabalter ha perdido su cúpula, que cayó al interior del edificio sin causar daños personales, según confirman los vecinos. El agujero que dejó la estructura en el tejado se ha cubierto provisionalmente con una lona negra a la espera de ser reparado. Parece que los temporales y el deterioro de la pieza favorecieron que se rompiera.

El edificio, frecuentado por las personas mayores de la localidad que acuden a clases de gimnasia y diversos talleres, posee una rampa de acceso «demasiado empinada para poder usarla», lamentan. De hecho, su inclinación y la posibilidad de resbalar y caerse hace que la mayoría de los usuarios de la casa de cultura opten por subir las escaleras de la entrada.

El centro presenta otras deficiencias, como varias ventanas que ajustan mal y que poseen persianas que están inservibles. De ahí que los habitantes de este pueblo de San Andrés del Rabanedo pidan reformas para los desperfectos más urgentes. Precisamente, Villabalter es el bastión cultural del municipio, gracias a la labor de Balterius’98, que ensaya en la casa de cultura. Hace ya 22 años que la ilusión y las ganas de hacer teatro de un pequeño grupo de vecinos convirtieron en realidad este grupo con muchas tablas. En septiembre de 1998, Manuel García puso en marcha la compañía con quince personas. Hoy son sesenta, con una sección juvenil y otra infantil desde la que impulsan la Semana de Teatro Intergeneracional (Setic) con pocos medios e instalaciones que podrían mejorarse. El Ayuntamiento incluye en el borrador presupuestario mejoras de accesibilidad.

Dos vecinos evitan la rampa inclinada. RAMIRO.