Los coches cama se destinan a las ramas de la nueva composición S-107
Fracasaron todas las medidas, las mociones, las proposiciones parlamentarias, las iniciativas de los usuarios destinadas a revertir la liquidación del tren hotel; los trenes nocturnos dejaron las vías con motivo del recorte de oferta comercial para viajeros aparejado a la extensión de la pandemia; y no volverán a la parrilla, en la que eran un elemento esencial para articular territorio, entre costas, los trayectos transversales que tanta aceptación tienen en la provincia leonesa.
No cuajó ninguna disposición para detener la desaparición de los trenes nocturnos, del Barcelona-Coruña, que dejó un vacío las alternativas del corredor que a duras penas ha venido a cubrir la reposición y multiplicación de enlaces de los 130.
El destino estaba escrito; el final necesario, para cubrir soluciones técnicas que deben satisfacer los nuevos retos mecánicos del ferrocarril. Desguazar la composición del tren hotel a Barcelona para que florezcan S-107 acomodados a las prisas de la alta velocidad; el cambio de muda da a luz una nueva rama de Talgo; se trata de convertir los coches cama del tren hotel en coches de rodadura variable, con vínculo nominal a la serie 107; de los TH7 al S-107; el trasiego da lugar a una combinación de crítica de colectivos de empleados a la gestión de la compañía ferroviaria. Las redes sociales están repletas de alusiones a este cambio. Mientras, se espera cabeza motriz para ese nuevo tren, que podrá circular a 330 kilómetros por hora. Con máximo confort, se anuncia ya tras pasar el corte por los talleres de Ribabellosa. Las prestaciones ya son un indicativo de que no tendrá León entre sus posibles destinos.
Mientras, se certifica la liquidación de los trenes 920 y 921; que cubrirán el trayectos entre Barcelona y Galicia; del 751 y del 752, que tampoco volverán a estacionar en León en ese trayecto nocturno diario de Madrid a Ferrol, y viceversa.
No es la primera vez que Renfe elige la venta para desprenderse de material que no va a volver a usar en trayectos que no va a volver a ofertar; así sucedió con los coches diez miles, los del famoso arco, que se retiraron del servicio en febrero del pasado año, tras localizar presencia de amianto en una parte de sus dependencias.
Ya prestan servicio en Portugal, sin ese género dañino que justificó su retirada de varias frecuencias; una de ellas, también pasaba por León y cubría el enlace con Hendaya, sobre la combinación conocida popularmente como el tren del Camino de Santiago. En el país luso prestan para un enlace de confort entre Oporto y el sur, costa Atlántica arriba y abajo.
En menos de un año, la estación de León perdió tres enlaces legendarios; testigos de un patrimonio ferroviario que evolucionó como la plaza que sustenta la estación. Historia de un pasado que se antoja mejor que el futuro.