Diario de León

Tráfico

La DGT no logra rebajar el atasco de aspirantes al permiso de conducir

Tráfico cubre con dos interinos las bajas por jubilación y recupera los cinco examinadores

Clase práctica en un coche de autoescuela. RAMIRO

Clase práctica en un coche de autoescuela. RAMIRO

León

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El estado del proceso de exámenes prácticos del permiso de conducir recupera la posición de atolladero que tenía a principios de año. La incorporación de dos funcionarios interinos permite recuperar durante este mes de marzo la ratio de cinco examinadores, aún a una distancia abismal de cubrir las nueve plazas que desempeñaban esta función en la circunscripción de la Jefatura Provincial de Tráfico de León.

El número de examinadores disponibles resulta aún insuficiente para procesar la demanda diaria de aspirantes; menos, si se toma como referencia la cifra de tres mil quinientas pruebas en lista de espera, acumulada a fuerza de desequilibrar la dotación de personal de las dependencias de la DGT en León, que transciende al cuerpo de funcionarios examinadores.

La jefatura de tráfico de León perdió en pocos meses a cuatro de sus nueve examinadores asignados; otros quince puestos de diferentes departamentos no se han cubierto.

Acumulado

León contaba con nueve examinadores, una cifra que casi doblaba a la de personal ahora disponible

Las distintas disposiciones para hacer frente a esta escasez de personal ofrece una secuencia de parcheo del problema; durante algunas semanas, el operativo para atender el programa de exámenes de conducir quedó reducido a tres personas; a dos jubilaciones se respondió con la incorporación de dos funcionarios, con carácter interino, lo que a ojos de las escuelas de formación de conductores noveles parece escaso, desde todo punto de vista; para adelgazar la lista de espera, y para evitar que el retraso se cronifique en el tiempo, porque no hay suficiente personal para alcanzar un ritmo de exámenes semanal efectivo en la rebaja de la congestión.

Los cinco examinadores tienen un margen de maniobra tan limitado que no repercute en el alivio del atolladero: «3.500 alumnos atrapados en León equivale a 25.000 en Madrid», comparan desde el sector leonés de las autoescuelas, víctimas por partida doble en mitad de esta crisis. Cinco examinadores, aportación temporal en marzo, no pueden recortar la lista de espera a un ritmo de nueve exámenes por jornada, los días en los que están fijados los ejercicios prácticos. Eso, en el caso de que se trate de pruebas para acceder al permiso de B-1; porque cuando entran en liza aspirantes a permisos de tipo profesional, el tiempo de duración del examen es más amplio y reduce el número de los que se pueden llevar a efecto en una jornada. La obtención del permiso de conducir en León es una odisea que no tiene visos próximos de solución.

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