Diez prorrogará el contrato con la empresa de las multas

La factura que paga el Ayuntamiento por los equipos de gestión del tráfico, en los que se incluyen las cámaras de lectura de matrículas que sancionan a los que se cuelan sin permiso en el casco histórico y Ordoño II, los cuatro semáforos de foto rojo y el radar fijo, se prorrogará un año más. El equipo de gobierno de José Antonio Diez aprobará hoy prolongar el contrato, adjudicado por loos anteriores mandatarios a finales de 2017 por cuatro anualidades, pero con la posibilidad de dos más sucesivas. El acuerdo consagrará el pago a la empresa Kapsch, antigua Telvent, de los 588.210 euros que perciben por el control de unos dispositivos que aportan una parte importante de los 4 millones en sanciones que espera recaudar el consistorio, de acuerdo al proyecto de presupuestos para 2022.

El contrato agrupa el «mantenimiento, conservación, reparación y gestión de infraestructuras y nuevas instalaciones del sistema centralizado del tráfico». La encomienda suma no sólo los equipos de multas, sino también los 67 semáforos de la ciudad, las 14 cámaras que hay en los puntos de más congestión circulatoria y los 23 dispositivos de videovigilancia de la ciudad antigua, que formaban parte ya antes de 2017 del contrato con el que el Ayuntamiento garantizaba la prestación de estos servicios con la misma empresa adjudicataria, entonces bajo la razón social de Telvent.

Los añadidos al objeto inicial aparecen como consecuencia de las sucesivas incorporaciones de los nuevos equipos informáticos de «disciplina del tráfico», siempre bajo la gestión de la misma firma. El primero lo inauguró el propio José Antonio Diez, como concejal de Movilidad y Seguridad, en verano de 2009, cuando puso el primero de los semáforos de foto rojo en el cruce de la avenida Europa con la plaza Santa Ana. No fue el último. En los siguientes mandatos, con el PP en la Alcaldía, se dispusieron otros tres dispositivos de sanción ligados a la regulación semafórica, además de un radar fijo. Como bordón, se apuntaron las cámaras de lectura de matrículas en los accesos al casco histórico y, tras la peatonalización ejecutada en este mandato, también en las entradas a la avenida Ordoño II.

El acuerdo al que se dará validez de momento por un año más añade una cláusula a los 588.210 euros anuales de la factura: 3.529.260 euros, si se completan los seis ejercicios que se contemplan como tope. Junto con el fijo, se apunta que la empresa cobrará un plus por multas. Si se superan las 600 mensuales, la adjudicataria percibirá 2,5667 euros por cada sanción a mayores, mientras que en el caso de que se rebasen en cada uno de los cuatro foto rojo la cifra adicional por unidad queda en 0,8741 euros.

Las condiciones económicas no cambiarán. No se alterará tampoco la regulación que permite cambiar de sitio una vez al año cada uno de los cuatro semáforos de foto rojo, que ahora están en el cruce del paseo de Salamanca con la avenida Palencia, en Alcalde Miguel Castaño, en el paseo de la Condesa y el Ramón y Cajal. La opción de variar el posicionamiento se da también para una de las tres carcasas del radar, cuyo equipo de multar sólo funciona en una de ellas y que ahora está en la avenida Real del Ejido, junto a la piscina Salvio Barrioluengo.