El dirigible estratosférico hecho en León dará servicio militar, agrícola y de comunicaciones

El proyecto para el desarrollo de un dirigible estratosférico de la mano de Ecosat en León va tomando forma. Está previsto que el primer prototipo, que tan sólo medirá 30 metros, sea lanzado desde el Aeropuerto de León pasado el verano y, actualmente, los ingenieros de este modelo —el definitivo tendrá más de 80 metros— ya han comenzado a montar los diferentes componentes que lo integran. El dirigible será 100% recuperable y reciclable y su «versatilidad» permitirá dar apoyo tanto a misiones de carácter militar como agrícola, además de comunicaciones, ya que será capaz de enviar cobertura 4G y 5G a zonas donde actualmente no llegan estas redes y salvar así la barrera que tienen los actuales satélites de comunicaciones.

Una de los alternativas, precisamente, que ofrece el dirigible diseñado por Ecosat es la sustitución de los satélites actuales. Entre las ventajas de la nueva propuesta están, por un lado, que al ser completamente reciclable y recuperable no supondrá un incremento de basura espacial, también es sostenible, ya que se nutrirá de energía solar. Por otra parte, el dirigible estratosférico desarrollado desde León operará a 20 kilómetros de altitud máxima, frente a los 500 que hacen los satélites de comunicaciones. Es precisamente este punto el que facilitará su recuperación y su retorno a la estratosfera, además de facilitar sus misiones.

Entre sus capacidades estarán, a través de las cámaras que portará —lo que en argot se conoce como carga de pago— «la observación de fronteras, la monitorización del tráfico o la inmigración en tiempo real». A estas opciones se suma la capacidad militar tanto para misiones de seguridad como de rescate, además de permitir analizar la temperatura de la capa terrestre para evitar incendios forestales. En el campo agrícola ofrece la posibilidad de mapear la tierra y utilizar sus posibilidades para el control de plagas. Todo ello, gracias a la «alta resolución de imagen» que consigue al volar a una distancia más próxima a la tierra. El dirigible tendrá una estructura semirrígida, se alimentará mediante energía solar y podrá cargar hasta 350 kilos en aplicaciones y herramientas para sus diferentes misiones, como se especifica en la página web de Ecosat Airships. Entre sus ventajas, la posibilidad de estar operativo hasta tres años sin necesidad de ningún tipo de mantenimiento.

Esta iniciativa privada cuenta con el respaldo de la Junta, que la semana pasada ya confirmó a León como centro de los proyectos aeroespaciales de la Comunidad —aunque sin descartar otra delegación en el parque vallisoletano de Boecillo— y a la que ha aportado 24 millones de euros dentro de sus planes estratégicos, en este caso del sector aeronáutico y espacial, a fin de optar a la candidatura para la creación de un centro para la incubación de proyectos aeroespaciales promovido conjuntamente por la Agencia Espacial Europea y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial de España. Una de las claves en este desarrollo es la Universidad de León. Será el profesor Jesús Gonzalo de Grado —estrechamente vinculado además a programas de alto nivel con la Agencia Espacial Europea—, el encargado del asesoramiento científico para la ejecución de este dirigible estratosférico, que se centrará también en los ensayos con la cámaras y las pruebas en el túnel de viento con el que cuenta Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial de la Universidad de León, la única en toda Castilla y León que oferta el grado de Aeronáutica.

Ecosat coordina ya desde su sede en el Parque Tecnológico de León todo el desarrollo de este proyecto y entre sus objetivos está sumar a una amplia cadena de proveedores en el proyecto. De momento, el 40% de las empresas que suministran componentes o colaboran directa o indirectamente son de Castilla y León, además del valor científico procedente de la Universidad de León.