La economía pierde dinamismo por la falta de confianza política, según la Fele

«El conjunto de datos de la evolución de la economía leonesa en el último año evidencia una pérdida de dinamismo económico gradual, que viene notándose ya en los últimos ejercicios. Y que tiene su origen en la incertidumbre global y en la crisis de confianza en el ámbito nacional. En la incertidumbre por las medidas económicas que va a adoptar el Gobierno y que no conocemos, aunque cada día nos sorprende una novedad, que suele afectar directamente a la tributación de las empresas, y con ello al empleo».

El presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), Javier Cepedano, repasó ayer la situación de la economía local «y, sobre todo, la inquietud por el futuro». Recordó que el pasado ejercicio la economía creció un 2% en lugar del 2,5% previsto, y que para el actual año se espera un avance de apenas el 1,7%.

Los datos de empleo también son preocupantes para la patronal: 2019 cerró con cerca de 27.000 parados, 5.400 más que un año antes. «Las cifras van a peor, un factor especialmente preocupante en una provincia que sigue degradándose y despoblándose, sobre todo de gente joven». Alertó sobre la baja tasa de actividad provincial y la huida de población, «como consecuencia sobre todo de la falta de oportunidades para los jóvenes».

Cepedano se refirió también al «Noroeste olvidado», y advirtió que la plataforma empresarial creada no abandonará su empeño de reivindicar para esta zona.

Los datos económicos de las empresas y los autónomos (ambos han caído, algo que achacó a la incertidumbre, que retrasa la toma de decisiones inversoras) se ven agravados por factores como que «las cotizaciones a la Seguridad Social son de las más altas de Europa, y si a eso se suma el incremento del salario mínimo interprofesional el resultado es un coste elevado que las empresas, sobre todo las micropymes, que son la mayoría de las leonesas, no pueden asumir».

Reparto del gasto

En este sentido defendió que las empresas «no tienen por qué asumir la totalidad del gasto, el Estado también debe hacerse cargo. No puede sangrarse siempre al ciudadano y al empresario». Se refirió especialmente a impuestos como el IBI o la tasa de Gersul (denunció que no se ha cumplido el compromiso de trasladarles la auditoría del Tribunal de Cuentas); y criticó especialmente la tasa turística que estudia el Ayuntamiento de León. «Nos causa perplejidad, es absolutamente inoportuna. Lo que hay que hacer es luchar contra la economía sumergida para recaudar más».