El envejecimiento se empieza a reflejar en el desplome de permisos de conducir

Hay indicadores de la crisis que sufre la provincia que pasan desapercibidos pero que son también muy elocuentes a la hora de pintar su realidad. Uno de ellos es el número de permisos de conducir expedidos por la Jefatura Provincial de Tráfico, que en el caso de León marca una clara tendencia a la baja en los últimos nueve años coincidiendo además con el periodo más duro de la recesión y especialmente con la pérdida de población —básicamente población joven— por la falta de oportunidades.

Las estadísticas que maneja la Dirección Provincial de Tráfico indican que si en el año 2010 el número de permisos de conducir que fueron expedidos en sus oficinas fueron casi 4.900 la cifra global correspondiente al pasado año fue de 3.905. Las cuentas no fallan e indican claramente que en nueve años la provincia tramita un millar menos de carnés de conducir.

Desde 2010 la tendencia a la baja ha sido imparable. En todo caso, después de varios años consecutivos por debajo de los 4.000 permisos expedidos, en el año 2018 se rompió esta tendencia para recuperar terreno y las autoescuelas formaron ese año a 4.045 alumnos que lo consiguieron. Sin embargo esta cifra volvió a reducirse en el pasado ejercicio hasta situarse en 3.905, que es el último balance que obra en poder de la Dirección Provincial de Tráfico. Este recorte se ha traducido también en una reducción del plantel de examinadores de Tráfico que ha pasado de nueve a los seis (cinco más un coordinador) que hay en la actualidad. Y al menos tres de ellos estarían en disposición de jubilarse en los próximos años, algo que preocupa a las autoescuelas de la ciudad. De hecho el presidente de la Asociación de Autoescuelas de León, Vicente González, apuntó que de los cuarenta exámenes de circulación que se hacían hace unos años se ha pasado ahora a apenas una veintena.

En todo caso, el responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico en León, Gonzalo León, envió un mensaje tranquilizador al precisar que por edad solo podría jubilarse directamente uno de los funcionarios y que las plazas que queden vacantes se irán sacando a concurso siguiendo el curso normal en estos casos. «Queremos que la cobertura sea automática para que no haya ningún problema», indicó al tiempo que reseñaba su confianza en que el atasco de las autoescuelas por el parón obligado por la pandemia quedará resuelto a muy corto plazo.