Diario de León

José Antonio Cascallana | Director de C4IN Cibersecurity Center

«Hemos superado los 30 empleos en el primer año»

León

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El C4IN Cybersecurity Center inició su andadura en el Parque Tecnológico de León hace ahora un año, con el ambicioso objetivo de crear 30 empleos en su primer ejercicio. Una cifra que ya supera, en un proceso de crecimiento que desde mayo incorpora el área de innovación a la de gestión de incidentes como Centro de Operaciones de Seguridad de Telefónica. La iniciativa de ElevenPaths forma parte ahora de Telefónica Tech, que ha reforzado el centro leonés dentro del holding de empresas de la multinacional con mayor crecimiento y volumen de negocio.

—¿Qué papel juega el C4IN en el esquema de innovación de Telefónica?

—La empresa tiene seis centros innovadores: León, Málaga, Valencia, Vigo, Miami y Buenos Aires. Es un orgullo tener la sede de uno de esos centros de una de las empresas con mayor potencial de crecimiento en ciberseguridad a nivel internacional. Hay que tener en cuenta que hemos crecido en un entorno de pandemia, y a pesar de todo nos hemos consolidado y contratado a los mejores investigadores. En sólo un año ya ponemos en el mercado proyectos reales.

—Cuando se inauguró el centro se proyectó una plantilla de 30 personas en este primer ejercicio, ¿Han llegado a esa cifra?

—La hemos superado. Desde mayo hemos incorporado el equipo de innovación, en el que trabajamos cuatro personas; y en la parte de operaciones trabajan diez especialistas, a los que ahora se incorpora otro más. Tenemos seleccionados trece profesionales para desarrollo de software en ciberseguridad que se incorporan a partir del lunes, y dos personas más con la adquisición de una start up . Además siguen abiertas convocatorias de empleo para trabajar con nosotros.

—¿Qué tipo de profesionales buscan para este centro?

—Sobre todo investigadores en ciberseguridad. El equipo que hemos formado ha estudiado en la Universidad de León, y realizado el Máster en Ciberseguridad, así que aporta un gran conocimiento. Además de desarrollo de software buscamos perfiles para el SOC, y a corto plazo un responsable para este centro de operaciones. Es una apuesta muy clara por el crecimiento de este centro, Telefónica se ha fijado en León como centro de talento. Los proyectos de cara al futuro dependen también de las licitaciones públicas, de los proyectos que nos permitan ir desarrollando, además del escalado del centro de operaciones.

—¿Cómo ha sido la consolidación de C4IN en este primer año de funcionamiento?

—El objetivo inicial era potenciar el equipo de operaciones para responder a las incidencias de los clientes, y con la pandemia y la llegada masiva del teletrabajo hemos tenido picos muy importantes de actividad. De hecho en el segundo trimestre del año se duplicó el número de incidentes gestionado. Y desde mayo se incorporó el equipo de innovación que dirijo, primero incorporándonos al ecosistema de ciberseguridad de León y Castilla y León, y luego abriendo el foco y estableciendo acuerdos con centros tecnológicos que ahora son socios en nuestros proyectos, como Cidaut con Aristeo; así como las universidades y los clúster de innovación.

—¿Qué vulnerabilidades ha desvelado el teletrabajo, ya que están especializados en ‘end points’?

—Las empresas demandan securizar los entornos en casa, no estábamos preparados, utilizábamos el ordenador para todo. Estamos en el mismo punto que hace cinco o diez años: falta concienciación. Al final somos nosotros los que abrimos los correos maliciosos en un despiste, y ahí estamos muertos. El spam sigue siendo el arma fundamental de los ciberdelincuentes. Y también hemos percibido un incremento importante de los ransomware , del cifrado de equipos.

—¿Qué ha cambiado en estos meses en la ciberseguridad industrial, cuál es su situación actualmente?

—Muy parecida a la ciberseguridad en tecnologías de la información, en la industria los equipos no estaban preparados para conectarse a internet, pero ahora han visto más que nunca esta necesidad. Securizar la industria es bastante complejo, y mientras en una empresa el ciberdelincuente puede robar, o causar daños reputacionales; en algunas industrias la repercusión puede ser mucho mayor y causar daños graves a la población, simplemente accediendo a los sistemas.

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