La ilusión no entiende de norte y sur, este y oeste
Los Magos de Oriente despliegan su colorido por cada pueblo leonés recobrando una absoluta normalidad tras dos años marcados por una pandemia que también se dejó sentir en este evento multitudinario
Sahagún. ACACIO
La ilusión no entiende de tamaños, de norte ni sur, de centro, de este u oeste. La magia de la noche de Reyes llegó ayer prácticamente a cada pueblo de la provincia, por grande o pequeño que fuera. Desde la cabeceras de comarca con sus espectaculares carrozas como Astorga, La Bañeza, Villablino, Valencia de Don Juan, Sahagún, Santa María del Páramo, La Pola de Gordón o Mansilla de las Mulas, por citar algunas... a otras localidades con propuestas más modestas pero cargadas del mismo entusiasmo como Laguna de Negrillos, San Millán de los Caballeros, Valderas, Pobladura de Pelayo García, Toral de los Guzmanes. En todas y cada una los niños, y no tan niños, disfrutaron de una tarde-noche, quizá la más mágica del año.
Con sus variantes, las propuestas fueron muy similares en todos los pueblos, aunque en cada uno con su personalidad e idiosincrasia propia. Todas comenzaron a primera hora de la tarde para recorrer las principales calles de las villas llenas de música y colorido ante los vítores y los ojos entusiastas de los más pequeños que aún con la ilusión intacta se agolparon al paso de las cabalgatas.
Las hubo que terminaron con fiestas infantiles con hinchables, otras con la adoración ente el belén, no faltaron pastoradas, reparto de regalos...
En Astorga salió de la plaza de los Marqueses, en La Bañeza del Andén de Asociaciones; en Santa María del Páramo de la estación de autobuses, en Valencia de Don Juan del nacimiento de la plaza Santa Santo Domingo para terminare en la plaza Mayor.
A Cistierna Sus Majestades llegaron a la estación de Feve para hacer un recorrido a caballo por las calles y entregar sus presentes a los niños en la plaza del Ayuntamiento., donde se ofreció un chocolate a todos los asistentes.
En Boñar, los Magos también arribaron a la estación de Feve para montar en sus carrozas arrastradas por tractores. También hubo reparto de regalos y chocolate.
En Laciana, los Reyes tampoco faltaron con su cita. La cabalgata partió de la avenida del Bierzo hasta llegar a iglesia de San Miguel donde entregaron los regalos a los pequeños. De allí continuó un recorrido hasta la iglesia de Santa Bárbara de Villablino donde también hubo reparto de regalos. Por la mañana visitaron las residencias de mayores. Por su parte, en la pedanía lacianiega de Villaseca, los Magos repartieron sus presentes en el salón del pueblo, conocido como la antigua discoteca. Mientras, en Caboalles de Abajo visitaron al residencia El Roble y luego tampoco faltó una chocolatada en el salón parroquial de la iglesia de Santa María.
En Mansilla de las Mulas estos Magos con el don de la ubicuidad salieron del parque de la Eras para, tras recorrer las calles, dar sus regalos a los niños en la casa de cultura.
En Sahagún también hicieron parada por las principales calles y plazas para terminar con un chocolate para más de seiscientas personas.
Así, uno a uno, pueblo a pueblo, se mantiene una tradición que pequeños y mayores no quieren perder, unos llenos de inocencia, otros menos, pero todos ilusionados. Muchos apenas dormirían en una noche fría dejando sus zapatos en un lugar visible de la casa, con su correspondiente ración de comida y agua para Sus Majestades, pajes y camellos, para levantarse ávidos a ver sus regalos.