Diario de León

Tribunales

Imponen catorce años de prisión a un varón por violar y agredir a su pareja

La víctima había retirado por afecto una denuncia que le había interpuesto dos años antes

León

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La Audiencia Provincial condenó a penas que suman catorce años de prisión a un varón juzgado por un episodio de violación, otro de maltrato habitual, otro de amenazas y un cuarto de malos tratos en el marco de la violencia de género, por sendos supuestos de violencia machista que la sentencia detalla como prolongados en el tiempo y muy agresivos. La decisión añade además una medida de libertad vigilada por un periodo de seis años a partir del momento en el que se haya cumplido la pena.

La sentencia considera probado que el acusado, «a partir de una fecha que no se ha podido determinar con exactitud, pero anterior en todo caso al año 2017», con intención de quebrantar la salud física y psíquica de su pareja, con la que mantenía una relación de pareja con convivencia desde hacía varios años, habiendo tenido una hija en común, la sometió a numerosos acometimientos físicos, expresiones ofensivas, tales como «gorda, «asquerosa» y «puta»; a actitudes intimidatorias y vejaciones, golpeándola en el abdomen, costillas y otras partes del cuerpo, propinándola bofetones y empujones, todo ello con la finalidad de mantenerla amedrentada y sometida a su voluntad.

Saña
«Mejor no te mato, porque vas a dejar de sufrir y quiero matar a la niña», le dijo el condenado

Durante estos episodios de acometimiento físico o en proximidad temporal con los mismos, «el acusado mantenía una actitud de burla hacia ella, diciéndola que sabía dónde golpearla para no la dejarla señales», menospreciándola con expresiones tales como «no vales para nada, eres una mierda», «¿quién querría quedarse contigo?» e intimidándola al verbalizar su propósito de «matar a su hija» o de causar «daño» a su hija.

La víctima denunció al acusado en 2017 pero retiró la denuncia por afecto hacia él. Sin embargo, el día 10 de marzo de 2019, sobre las 05.00 de la mañana, cuando ella llegó al domicilio, el procesado la estaba esperando, y en cuanto accedió al mismo se dirigió a ella diciendo: «Tienes que dejar de trabajar allí, dame el móvil».

Al observar que no se lo daba, la sujetó fuertemente por la cazadora rompiéndosela, y cuando intentó zafarse para huir del lugar por la ventana baja de la cocina, el acusado agarró a la madre de su hija por el cabello y la arrastró, por la superficie de cemento, hasta el salón, donde cogió un cuchillo y acercándoselo al cuello, con intención de intimidarla, la dijo: «Mejor no te voy a matar, porque de esta forma vas a dejar de sufrir y quiero matar a la niña».

A continuación, el acusado pidió perdón, pero, cuando ella le dijo que la dejara marchar, la dijo en tono autoritario que subiera para la habitación, lo que ella hizo, al verse imposibilitada de huir. El acusado en ese momento subió con ella hasta una de las habitaciones de la planta superior de la casa, donde la conminó a que se quitara la ropa. A pesar de que la mujer le dijo explícitamente que no deseaba mantener relaciones sexuales, haciendo caso omiso de sus protestas y tras ponerse un preservativo, le retiró la ropa interior y colocándose encima de ella, la violó.

La damnificada tardó diez días en curarse de los hematomas, las erosiones y las heridas que le provocó el último ataque, que deparó la condena mencionada. Se añade una indemnización de seis mil euros y el pago de las costas procesales.

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