Diario de León

Revueltas en la calle

Incidentes violentos por el centro de León en la protesta contra el toque de queda

Los antidisturbios intervinieron para aplacar a un grupo reducido de jóvenes que generó destrozos en la ciudad

León

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La ola de protestas que recorre las principales ciudades de España alcanzó ayer a la capital leonesa, donde un reducido grupo de jóvenes, de los cerca de 300 que secundaron la movilización, protagonizó incidentes violentos en las calles más céntricas de la ciudad. Destrozaron parte de las terrazas de la plaza de la Regla. Volaron las sillas, aún con decenas de personas en los bares que rodean la Catedral. Tiraron las sombrillas y las mesas.

También acabaron con algunas de las vallas que hay en Ordoño. Todo porque no están de acuerdo con el toque de queda y con las restricciones a la movilidad que han decretado las autoridades para acabar con la pandemia.

La convocatoria, sin autorización, corrió como la pólvora por las redes sociales durante los días previos. «A las ocho de la tarde en Botines. Por tus derechos, por la libertad», proclamaban. Pretendían generar el caos, como ocurrió en otras provincias. Y, por momentos, lo consiguieron. Hasta que el fuerte despliegue policial contuvo la movilización.

Ola en toda España

Las fuerzas policiales no creen que los disturbios respondan a una acción organizada

Tres furgones de los antidisturbios se desplegaron junto al Ayuntamiento, apoyados por varias dotaciones de la Policía Local. Ese fue el primer punto de paso de la protesta. La idea que tenían los más violentos, según la información que manejaban las fuerzas de seguridad, era la de romper algún escaparate. De ahí se fueron a San Marcos y pasaron por las calles aledañas a la Inmaculada, donde hubo incidentes aislados.

Los incidentes más graves tuvieron lugar en la plaza de la Regla, con varias terrazas destrozadas. MARCIANO PÉREZ

Lo peor vino después, cuando varios de estos jóvenes —había también menores— subieron por la Calle Ancha y sobre las 20.30 horas alcanzaron la Catedral. Encendieron bengalas y destrozaron parte del mobiliario de los bares ante la atónita mirada de los viandantes que paseaban por la zona. Fueron apenas cinco minutos, los más violentos de la protesta. Cuando llegaron los antiditurbios los manifestantes se dispersaron. Identificaron a varios.

La tensión se disipó pasadas las diez de la noche. El toque de queda vació de nuevo las calles, aunque la policía continuó en alerta durante toda la noche por si se reproduce algún tipo de incidente. La mayoría de estos jóvenes iban con la cara tapada. Incluso con pasamontañas.

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