Diario de León

LA SANIDAD TIENE UN PRECIO

Una jornada de estancia hospitalaria cuesta 408 euros y 1.053 en la UCI

Salud actualizará a final de año las tarifas, de 227 euros por la primera consulta médica y 73,7 en Atención Primaria.

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pilar infiesta | león

Desde los 12,3 euros de una simple cura, como las que se realizan cada mañana en los centros de salud, hasta los 6.463 euros de un procedimiento quirúrgico por enfermedades infecciosas y parasitarias o los casi 62.000 euros de un trasplante de pulmón, cada servicio que ofrece la sanidad pública posee una tarifa estimada que el paciente casi siempre ignora. Todo cuesta, aunque no se cobre. En realidad, pagadores somos todos vía impuestos.

Para los curiosos, el maremágnum de cifras de la sanidad pública se puede rastrear en el Boletín Oficial de Castilla y León. La orden de la Consejería que fija las cuantías de los precios públicos del servicio de Salud, vigente desde diciembre de 2013, se actualizará a final de este año y las nuevas tarifas se comenzarán a aplicar en 2019. Incluirá un millar de procedimientos en asistencia sanitaria, cada uno con su correspondiente importe. Ahora, por ejemplo, un trasplante dental o bucal supone 2.000 euros; tratar un trastorno menor de piel, 1.443,6 euros; una biopsia de mama, 1.253 euros, y las intervenciones de oído, boca, nariz y garganta, hasta 5.777. Cuestiones, por desgracia, tan frecuentes, como un infarto de miocardio, de los que se producen más de medio millar al año, se tratan con costes de 3.849 euros. La cuenta se llega a elevar a 20.000 euros si al paciente hubo que trasladarlo en ambulancia medicalizada (750 euros), precisó un cateterismo (4.026 euros) o la implantación de un marcapasos (12.702 euros), además de su ingreso en la Unidad Coronaria (1.053 euros al día) y en planta (a 408 euros al día).

Y es que poner un pie en el hospital va seguido de una factura. Ocupar una cama cuesta de 408 a 325 euros, según las comidas. El triple en la UVI (1.053 euros). Teniendo en cuenta que se produjeron 253.444 estancias en el Hospital de León y 97.000 en el complejo del Bierzo, la cuenta asciende a la friolera de 113 millones de euros anuales, una cifra similar al presupuesto que maneja el Ayuntamiento de León.

Una primera consulta ambulatoria tarifa a 227 euros, las sucesivas a 137 euros. Las sesión médico-quirúrgicas de un paciente en el hospital se valoran en 50,18 euros (más de 257 euros si es tratamiento onco-hematológico), mientras si está ingresado en casa y son los profesionales de hospitalización domiciliaria quienes controlan su estado el precio por estancia alcanza los 163 euros. Acudir al servicio de urgencias, independientemente del motivo, si no requiere ingreso cuesta un mínimo de 101,4 euros.

Pero no sólo la atención hospitalaria está tarifada. Acudir a la consulta del médico de Atención Primaria genera una ‘receta’ superior a 70 euros y si creía que una rectoscopia era una situación apurada para usted solo, sepa que le cuesta al erario público 61,69 euros. Los médicos de familia de León atendieron el año pasado 2,1 millones de consultas y casi 900.000 los del Bierzo, lo que supone una media diaria de 8.200. Las cifras por sí solas pueden no llamar la atención, pero si se tira de calculadora y se multiplican esos números por los 73,75 euros que cuesta una primera consulta médica sin pruebas complementarias (89,1, con ellas) o por los 66,57 euros de las sucesivas, la cosa cambia. Y eso sin contar los avisos a domicilio (63.000 en León y 30.000 en el Bierzo en 2016), que oscilan entre los 96,3 y los 103,4 euros, dependiendo de si se trata de una primera consulta y va acompañada de pruebas complementarias.

Esta relación de precios sirve para calcular la factura de aquellos enfermos obligados a pagar, bien a través de las aseguradoras, que cubren la asistencia en caso de accidentes de tráfico o deportivos, o de las mútuas, obligadas a sufragar los gastos por dolencias profesionales y accidentes laborales. También cuando otras comunidades derivan pacientes, ya que son los servicios de salud de origen quienes abonan los gastos. La horquilla de la tabla de precios abarca un sinfín de supuestos. La Administración hace un cálculo en función de la patología o intervención a realizar al paciente en el que se computan los días de ingreso que precisa. Una operación de rodilla supera los 2.133 euros, y la fractura de cadera, los 2.500. Si tuviéramos que pagar directamente los servicios sanitarios, ponerse malo saldría por un ojo de la cara.

Sufrir, por ejemplo, un accidente que requiera evacuación en helicóptero, estancia de tres días en la UCI y una semana de ingreso hospitalario en planta supondría el pago de una factura de 10.800 euros. El transporte en una ambulancia de soporte vital básico cuesta a razón de 225,3 euros en el caso de un servicio urbano y 0,96 euros más por kilómetro recorrido en el caso de un traslado entre distintas localidades. Si lo que se requiere, sin embargo, es una ambulancia de soporte vital avanzado la factura se incrementa a los 747,6 euros. La asistencia en helicóptero dispara los costes hasta los 4.946 euros. Además, si se necesitan tratamientos especiales, éstos se pagan a mayores: 1.229 euros por los trombolíticos, 51 por un marcapasos externo o 573,5 por un dispositivo especial de intubación. El complejo trabajo logístico que conlleva cada trasplante, especialmente cuando hay que trasladar el órgano desde otra comunidad, implica hasta un centenar de profesionales, de ahí que figuren entre los procedimientos más costosos: 60.804 el intestinal, 58.600 el de páncreas o 61.970 el cardíaco. En cuanto a los procedimientos diagnósticos o terapéuticos, los precios oscilan entre los 12 euros de una sesión de rehabilitación de terapia ocupacional a los 27.000 que costaría el tratamiento ambulatorio de inmunoadsorción para insuficiencia cardiaca durante un año. Por ejemplo, un tratamiento de corta duración de radioterapia (hasta cinco sesiones) asciende a 2.582 euros, que en el extendido (más de 30 sesiones) supera los 6.000. Las sesiones de quimioterapia son más elevadas, 3.812, 8 euros. Los avances tecnológicos traen consigo un encarecimiento de los procesos. El tratamiento de las quemaduras extensas de tercer grado, fruto de un incendio, una explosión o un agente químico, alcanzan los 64.300 euros. Si la mala fortuna le golpea con un traumatismo, curar los múltiples en la cabeza tarifan a 4.000 euros, y si le generó hipertensión, otros 2.900 euros. Hubo un tiempo en que se debatió sobre la posibilidad de informar a los usuarios del precio de la atención prestada, con las facturas en la sombra para concienciar del gasto, pero nunca llegaron a León.

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