La ‘y’ de la polémica

Las polémicas declaraciones que emitió el pasado martes el exvicepresidente de la Junta de Castilla y León y concejal del PP en Valladolid, José Antonio de Santiago-Juárez, para convertir a esta ciudad en capital de la Comunidad continúan causando controversia y enconando posturas. Ayer, la comunidad de empresarios, hosteleros y comercio de la ciudad del Pisuerga mostraba su total cobertura al anuncio de Juárez.

La presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios, Ángela de Miguel, declaraba a los medios que apoyaría «cualquier medida que sea buena para Valladolid». En la misma línea, María Balsa, nueva secretaria general de la Asociación Vallisoletana de Comercio, explicaba que «igual que es la capital oficiosa, con las sedes administrativas públicas y por su situación geográfica, debería serlo de forma oficial». También el presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid, Jesús Herreras, consideró que tarde o temprano el protagonismo de Valladolid en la Comunidad se «deberá plasmar en un documento».

Sin embargo la propia dirección del Partido Popular de Castilla y León corregía a Juárez en un comunicado en el que exponen que «el debate se cerró en 1987 y entrar en él sólo provocaría la ruptura del consenso». También Luis Tudanca, secretario general del PSOE en Castilla y León, mostró su rechazo a la propuesta afirmando que «es un debate que ha muerto antes de nacer».

La faceta histórica aporta sensatez a la ocurrencia del exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, ya que tras la unificación de los antiguos reinos de León y de Castilla, el Estatuto de Autonomía no fijaba de ningún modo una capital. A priori, las Cortes se instalaron en Burgos, aunque finalmente y a partir de las leyes autonómicas 13/1987 y 14/1987 —aprobadas simultáneamente— se estableció que la Junta, su presidente y las Cortes se instalaran en Valladolid, y que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León tuviera su sede en Burgos.

Las intenciones de De Santiago-Juárez no han gustado en León, donde las califican de «absurdas y fuera de lugar». Luis Mariano Santos, viceportavoz del Grupo Mixto en las Cortes, ya mostró su descontento llamándole «personaje». El presidente de la Diputación de León, el socialista Eduardo Morán, consideró ayer una «ocurrencia» la propuesta. Valora que «es un tema cerrado hace mucho tiempo» por la «complejidad» que, a su juicio posee Castilla y León. «Somos dos comunidades dentro de una comunidad y el debate sobre la capital es estéril en este momento en el que se necesita trabajar y dar prioridad a muchos otros temas urgentes». El presidente de la institución provincial niega que en el seno socialista se haya abordado en el pasado el asunto de elegir la capital autonómica, como indicó De Santiago-Juárez. «Yo no he escuchado ese debate en el PSOE y he formado parte de la Ejecutiva del partido». Eso sí, si tuviera que seleccionar capital en la Comunidad tiene claro que nombraría a León, sobre todo, «por razones históricas». Morán cree que la moción que auspicia el PP de Valladolid «es una anécdota». Y UPL ya ha advertido que, de salir adelante, su partido hará una campaña mucho más agresiva.

El sector económico leonés también se posiciona: «Es una propuesta totalmente extemporánea, además de un debate estéril desde cualquier punto de vista», asegura Julio César Álvarez, presidente del Circulo Empresarial Leonés (CEL). También remarca la memoria histórica como cuestión a tener en cuenta, ya que la Comunidad surgió de la unión de dos territorios históricos y a partir de ahí estima que «hay cosas infinitamente más importantes por las que preocuparse y ocuparse, sobre todo cuando la creación de empleo está entrando en declive y la economía europea sacude a todos los territorios».

También considera «absolutamente descabellado» que esa propuesta venga de un concejal del Ayuntamiento de Valladolid y alguien que ha desempeñado «un cargo tan importante en la Junta». El asombro también ha sacudido a Javier Cepedano, presidente de la Federación Leonesa de Empresarios. Apunta que es un debate más que zanjado desde hace mucho tiempo. «Todo eso quedó aclarado en el año 1987, no había capitalidad. En segundo lugar, estamos hablando de una comunidad donde hay dos regiones claramente diferenciadas. Y por último, parece mentira que lo diga un vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Podemos hacer tantas cosas juntos que entrar en esas batallas es poco apropiado y oportuno». Por su parte el presidente de la Cámara de Comercio, Javier Vega, manospreció ayer el asunto: «No da ni para polémica». «La financiación autonómica sí que es un problema, hablar de capitalidad no aporta nada a nadie».  

Hasta los sindicatos han mostrado su incredulidad. Xosepe Vega, secretario general de Comisiones Obreras, tachó la actitud de Juárez como una «chorrada monumental que esconde claras ambiciones». Explica que la estrategia a seguir consiste en dar legitimidad jurídica a los privilegios que ya tienen, que pasarían a convertirse en un derecho. Además, Vega reivindica que la dirección en la que debería progresar este debate es la descentralización con el objetivo de lograr cohesionar la Comunidad y reconocer «de una vez por todas» la birregionalidad que existe en Castilla y León.

«También están viendo que aquí la gente está hasta las narices y quieren asegurarse tener ese derecho. Los leoneses merecemos mayores cuotas de decisión y que podamos elegir nuestro futuro sin depender de un señor de Valladolid. Castilla y León no necesita capital», sentencia. Los problemas internos y las «pullas que se lanzan entre los miembros del PP» son otras de las facetas que destaca el secretario general de UGT en León, Enrique Reguero, quien señala que la propuesta que De Santiago-Juárez lleva persiguiendo durante años no está contemplada en el Estatuto de Autonomía. «Valladolid lleva años siendo capital desde que se creó la Comunidad y se llevaron todos los servicios y competencias». Por este motivo ha mostrado su mínima preocupación respecto al tema, ya que Valladolid «ha sido y es la capital en la sombra».