«León necesita un plan industrial específico»
El nombramiento como consejera de Empleo e Industria le llega a Ana Carlota Amigo (León, 1969) después de apenas un año como portavoz en las Cortes y cuatro como concejala en el Ayuntamiento de León. Aunque la experiencia que enlaza con el cargo no llega sólo por este currículum, sino por los casi 14 años en los que estuvo como técnico del Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo (Ildefe), un organismo público dependiente del consistorio de la capital leonesa, cuyo plaza conserva en excedencia, en el que se ocupaba de la orientación laboral de los desempleados y la captación de empresas.
Amigo, que cuenta con las titulaciones de Graduado Social, y de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, además de que es técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales, toma «las riendas en la peor situación económica de la historia, con 241.000 desempleados y 195.000 personas y 33.000 empresas afectadas por Ertes a causa del covid-19, de las cuales un tercio se cree que no abrirán ya». Dentro de este panorama, la leonesa subraya que «los planes deben ser específicos, pero no sólo para León porque cada provincia tiene sus características». «Los planes industriales tienen que llevar recursos, analizar qué es lo mejor y qué tiene futuro», concedió la recién elegida consejera de Empleo e Industria, quien abundó en que la provincia leonesa debe reforzar la apuesta por «los sectores que han sido referentes, como el farmacéutico, el tecnológico y el agroalimentario», sino también incidir en los «empleos que se abren con el Pacto Verde» gracias al gran potencial con el que cuenta. «Hay que ver entre todos cómo salimos de esta. Lo que no vamos es a poder salir separados», insistió la política de Ciudadanos, quien incidió en que «no se debe gastar en cursos de formación que no se demandan ni en infraestructuras que no son necesarias», apuntó.
Sobre su designación, Amigo reconoció que su «primera opción» para el cargo «era David Martín» y que fue el grupo quien le pidió el acta. «Yo sé el volumen de trabajo que hay y si yo no renunciara tendrían que cargarse con más mis compañeros», justificó.