La línea León-La Robla centra la actividad de Adif para llevar el AVE a Asturias
Obras para construir el primer paso elevado que salvará la vía del AVE en la León-La Robla, a la altura de Lorenzana. RAMIRO
La intervención en el tramo León-La Robla acumula tanta demora como la idea de conectar a Asturias a la red de alta velocidad. Ese tramo viario concentra, al fin, toda la actividad de Adif para extender la conexión del AVE al norte de la capital leonesa. Por partes: la adaptación de este tramo incluye la supresión de pasos a nivel, cerramiento de la línea, renovación de traviesas, la instalación de un tercer carril y la adecuación de la catenaria al sistema de tres hilos. Sólo así podrá pasar el AVE y cerrar el corredor del norte, con una mejora extraordinaria para las opciones de comunicación de León con Asturias, que resultan exponenciales si se interpretan desde el otro lado de la cordillera.
La obra se instala en torno a este paréntesis de línea férrea, con actuaciones ordenadas que suponen la adaptación del entorno para asegurar el paso del tren. La supresión de los pasos a nivel es uno de los objetivos. Una de las actuaciones que se aplican en la actualidad se centra en torno a esta intersección con la vía en Lorenzana, que supondrá la creación de un paso elevado sobre la traza ferroviaria, que será en el futuro el pasillo del AVE entre León y Asturias, para permitir el trasiego y permeabilizar las comunicaciones en el entorno del término municipal de Cuadros.
La León-La Robla fue aprobado inicialmente con un presupuesto de 107 millones de euros, con el fin de transformar plenamente 21 kilómetros de vías que ahora conectan León y La Robla por ferrocarril por el mismo curso que llevó siempre el tren. Esta estructura marca la línea del antes; después, dispondrá de un tercer carril, que permitirá dar continuidad a las vías en ancho estándar, que en la actualidad finalizan en la capital leonesa, según se establece en el esquema de Adif para acoplar con esquema de raíles diseñado para atravesar los túneles de la Variante de Pajares.
Ahora se empieza a hacer realidad en la León-La Robla el plan de actuación tan recurrente para los responsables de Fomento en esa tarea inacabada de llevar el AVE entre León y el Principado.
Sin adaptar el tramo de León a La Robla no hay Variante de Pajares; con eso, esta veintena de kilómetros se ha convertido en el mejor exponente de la intención que el Ministerio de Fomento se guarda para desarrollar la conexión de la Alta Velocidad en el cuadrante norte; sobre todo, ahora, que le han ajustado la cuenta atrás del reloj para poner en servicio los túneles ferroviarios en el año 2021.
En el ideario de inversión del Gobierno, se manifiesta la relevancia del tramo; en el borrador del presupuestos que el ejecutivo manejó para el año en curso, luego fallidos por no contar con el suficiente apoyo parlamentario, la Variante de Pajares debía absorber 24 millones de euros frente a los más de 160 previstos para la traza entre León y el emboquille de los túneles, en Llanos; integración en León, incluida.