Más de 71,8 M€ del superávit en los últimos diez años se fueron a deuda

El corsé impuesto por el plan de ajuste desde 2011 hizo que el último remanente de tesorería que pudiera aprovechar el Ayuntamiento se remonte al que quedó de 2010. Desde entonces, el consistorio ha tenido que dedicar un ejercicio tras otro este saldo, que quedaba de no haber ejecutado proyectos, para amortizar la deuda histórica. No cabía la posibilidad de guardar los fondos para el año siguiente. Como consecuencia, la administración municipal destinó a sus obligaciones con los bancos durante este tiempo más de 71,8 millones de euros, de acuerdo a la suma de cuentas salida de los informes de liquidación.

La obligación recogida en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera hizo que hubiera años, como el 2018, en el que el remanente de deuda de 16.492.291,41 euros fuera por completo a los bancos, en lugar de destinarse a actuaciones en el municipio como se fijaba en los presupuestos. Todas estas cuentas, sumadas a las amortizaciones ya recogidas en los capítulos de gastos y pasivos financieros, hicieron que la deuda descendiera por encima de las previsiones. A 31 de diciembre de 2021, según el informe de operaciones financieras adjuntado a las cuentas de este año, el Ayuntamiento de León deberá 137.803.096,04 euros a los bancos, más otros 2.965.008,14 euros a Gersul: 140.768.104 euros.