Barrios
La metamorfosis del barrio de Pinilla continúa
Las bases para acceder a un máximo de 15.963 € por vivienda se aprueban mañana en el pleno
Vista aérea de Pinilla. RAMIRO
El ambicioso proyecto para transformar el barrio obrero y superenvejecido de Pinilla en una ciudad del bienestar va dando grandes pasos. El pistoletazo de salida del Área de Regeneración y Renovación Urbana se dio tras el verano con la rehabilitación de 32 de las 72 viviendas incluidas en la primera fase. Cuatro bloques de ocho pisos cada uno ubicados en la calle Profesor Cordero del Campillo y con una concesión máxima de 15.963 euros de media por vivienda para mejoras relacionadas principalmente con la eficiencia energética.
Tras finalizar esa actuación, ahora se abrirá la convocatoria de otro paquete de ayudas de 638.525 euros para mejorar las viviendas del entorno de las calles Eria, Menéndez Pelayo y Victoriano Crémer. Las bases se aprobarán en la sesión plenaria de mañana y las subvenciones se podrán pedir al día siguiente de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en las mismas condiciones que las anteriores. Pinilla puede convertirse así en una réplica de las famosas Villages del norte de Florida, el paraíso donde los mayores disfrutan de una atención sociosanitaria a medida, residen en viviendas inteligentes adaptadas a su edad y se desplazan en carritos de golf hasta una plaza de restaurantes, bares y actuaciones en vivo.
La utopía, salvando las diferencias del clima y algunos detalles, se agarra de la mano de un plan para intervenir en un área de 105 inmuebles y 938 viviendas degradadas, donde residen 1.485 vecinos. Un proyecto muy ambicioso para reconvertir el entorno de este barrio obrero en una mini-ciudad del bienestar para una jubilación dorada que ha recibido el impulso decidido de la Junta, que es la administración que aporta en la primera fase la mayor cuantía (1 millón de euros), el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo (casi 774.000 euros) y el Ministerio de Fomento (208.000 euros).
La idea no es solo mejorar sus fachadas y darles un barniz moderno, sino aplicar un planteamiento urbanístico más profundo que llegue a facilitar la vida a los vecinos borrando de su vista barreras y salpicando el entorno de espacios verdes que sustituyan el cemento. Rebajar aceras evita caídas y favorece el tránsito de sillas de ruedas. Los estudios con cámaras termográficas, geógrafos y sociólogos de 2018 capitaneados por el arquitecto Oscar Ares indicaron que Pinilla sí se puede adaptar como ciudad del bienestar.