Pa’ los días de gozo queda una semana

Julio Saurina, responsable de comunicación de la Cámara de Comercio, pronunció anoche el pregón inaugural de la Semana Santa de León: «Pa’ los días de gozo queda una semana».

Saurina levantó al público de sus asientos en la ovación final, después de que al piano y la trompeta sonaran los acordes el Himno a la Virgen del Camino. En su intervención se hizo acompañar de la Cruz de la Virgen del Mercado.

Recordó sus emociones instantes después de recibir la encomienda para pronunciar el pregón: «Me pareció ver delante de mí a la primera Papona que conocí, que, sin vestir túnica de tablas, era más Papona que yo. La que me enseñó a creer, a rezar, a saber, que somos todos tan iguales, tan mortales; que a veces nuestra vanidad, nuestro orgullo, no nos deja ver mas allá. Aquella a la que su fe alargo la vida, la que nos enseñó humildad, valores y respeto. Manuela, mi Madre. Me pareció tanto en tan poco tiempo, que no pude conciliar el sueño».

«Soy el hijo de aquel que contaba la vida por Semanas Santas, enamorado de esta pasión que vivía todo el año y que tenía por costumbre, cuando con los suyos se cruzaba, preguntar, ¿Qué traes hermano? Soy el hermano de sangre de esos Papones que siempre me acompañan, esos que me llevaban de la mano. Soy el nieto de la alumbradora, que tuvo el arrojo de entrar en una asamblea de hombres para reclamar para su hijo “La Bandera”, la que le habían quitado. ¡Y vaya si la escucharon! ¡Menuda era Valeriana! Soy Nazareno, y soy Mozo del Mercado», dijo con emoción sostenida.

«No vengo solo. Solo no podría. Conmigo vienen los sesenta del manto y los noventa del palio. No vengo solo. Un leonés nunca camina solo», proclamó.

Hizo un repaso de los principales actos de la Semana Santa que se viven en la calle. «Calle que inspira, calle que asoma, Calle de los atajos, calle de paso obligado. Calle de encuentro. Calle de memoria de vida, de historia, lúgubre, silente y vacía. Calle en la que ella espera y esperaba. Calle de despedida. Calle que guarda secretos, que nunca serán contados. Calle donde ¡La Calle calla! Que ya lo dijo (Susana) Vergara!» (redactora jefa de Diario de León).

«Es Semana Santa. Atajando calles. Guardando en la memoria lo vivido y lo sentido. Raseo y lento caminar. Es Semana Santa. ¿Diez días o una Semana?», dijo el pregonero.

«Vamos a decirle al mundo que aquí es Semana Santa. Vamos a decirle a peregrinos y foráneos que vengan a León cuando quieran, cuando gusten, cuando en lugar de pasar la Semana, quieran vivir la Semana».

Diana García, presidenta de la Junta Mayor, se estrenó en su primer pregón. Rememoró el hito histórico que supuso el 33 Encuentro Nacional de Cofradías «para que los forasteros sepan cómo vivimos la semana de diez días». Agradeció «la posibilidad de trabajar por mi tierra» para sacar las procesiones «con 40 actos, 120 conjuntos escultóricos y cerca de 10.000 papones en las calles», y el agradecimiento a Evelia Fernández, concejala de Promoción Cultural a la que entregó un ramo de flores.

El alcalde de León, José Antonio Diez, presentó al pregonero «heredero de la tradición que heredó de su padre». Es la Semana Santa la que hace «que nos reconozcamos aunque no nos conozcamos», dijo el regidor. Glosó el currículum del pregonero: «Habrá pregoneros con tanto amor como él por la Semana Santa, pero ninguno con más». «La ciudad, como buena papona que es, se prepara para la Semana Santa».

Cerró al acto el obispo de León, Luis Ángel de las Heras: «En asuntos de la Virgen del Mercado, no me preguntéis a mí, preguntad a Julio», dijo antes de parafrasear a San Leonardo Magno: «El Nazareno os invita a ser cofrade, papón y heredero de la misericordia. Amar estos días cuaresmales tiene que ser algo imperioso para nosotros». Hay limosnas «que no cuestan dinero sino a veces la vida: el perdón y el amor». Presentó el acto Patricia Alaez, de La 8 León.