Diario de León

La suerte del etarra Parot, preso en León: sólo cumplirá un año de prisión por cada atentado

El etarra permanecerá en Villahierro hasta el 10 de julio de 2029

Parot, a la izquierda, durante su juicio en la Audiencia Nacional. JUAN M. ESPINOSA

Parot, a la izquierda, durante su juicio en la Audiencia Nacional. JUAN M. ESPINOSA

León

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Henry Parot, el sanguinario terrorista etarra que permanece recluido en la actualidad en el Centro Penitenciario de Villahierro, cumplirá solamente un año de condena por cada uno de los 39 atentados terroristas que se le atribuyen, que han generado indemnizaciones por valor de diez millones de euros que difícilmente satisfará el recluso. Parot fue objeto de un homenaje en el País Vasco a finales de la semana pasada, en medio de la controversia por la decisión judicial de no suspenderlo.

El pasado mes de marzo, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, anunció el acercamiento de seis presos de ETA a cárceles más próximas al País Vasco, entre ellos el de Parot a León. Formó parte del comando itinerante ‘Argala’ y fue detenido en abril de 1990 en Sevilla mientras transportaba una furgoneta cargada con 300 kilos de explosivos.

Parot comparte reclusión con otros siete reclusos etarras más, tras los dos últimos traslados a Basauri decretados por Interior en sus políticas de acercamiento. En la penitenciaría de Mansilla de las Mulas se mantienen Fernando Elejalde Tapia, Jesús Mari Etxeberrría, Fernando García Jodra, Iñigo Guridi Lasa, Iñaki Krutxaga Elezcano, José María Novoa Arroniz y Diego Ugarte López de Arkaute.

La Audiencia Nacional autorizó el pasado 30 de diciembre la marcha que recorrió en Nochevieja las calles de Mondragón para pedir la «vuelta a casa» de Henri Parot y de otros dos miembros de ETA con lazos en la localidad guipuzcoana.

El magistrado José Luis Calama, en línea con lo expuesto por la Fiscalía el día anterior, señaló que eran conductas amparadas por la libertad de expresión. Rechazó, asimismo, prohibir estas convocatorias de antemano apelando a unos delitos (enaltecimiento del terrorismo o humillación a las víctimas) antes de que éstos tuvieran lugar, según sus argumentos. Las marchas se celebraron sin incidente reseñables.

Los beneficios penitenciarios y legales permitirán que Parot (que en prisión aparece inscrito como Unai y no con el sobrenombre mediático de Henry) cumpla poco más de un año de cárcel por cada uno de los atentados cometidos, al acogerse al derecho a no permanecer más de 40 años privado de libertad. Concluye la pena el 10 de julio de 2029 y hasta entonces permanecerá previsiblemente en León.

En Villahierro ocupa uno de los módulos de respeto en los que se había hecho cargo de la elaboración del pan. Pero también ha estado en otro de manualidades. Tiene consideración de interno de segundo grado, con lo cual dentro de poco podrá empezar a disfrutar de permisos, una vez que ha aceptado la legalidad penitenciaria que hasta ahora rechazaba y que ahora asume, circunstancia que le habilita disponer de los permisos.

A Parot se le considera en circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir, por el momento, en semilibertad. Tiene derecho al trabajo y a recibir formación dentro de prisión. Está obligado a respetar un horario y cumplir con una serie de actividades y tareas.

Su segundo grado puede flexibilizarse para salir de la cárcel durante el día, principalmente para participar en actividades de voluntariado o trabajar. En el marco de una de estas salidas se produjo la fuga reciente de un reclusos de la prisión leonesa que terminó detenido en Asturias.

Parar poder acceder a esa condición, el recluso etarra ha de ofrecer un perfil de baja peligrosidad social y no ofrecer riesgos de quebrantamiento de condena, y podrá acudir regularmente a una institución exterior para la realización de un programa concreto de atención especializada».

Sus salidas no podrán pasar de ocho horas diarias, y tienen que ser autorizadas por el juez de Vigilancia Penitenciaria de León, al que debe de solicitarlo.

Henri Parot dio nombre en 2006 a la llamada «doctrina Parot», con la que el Tribunal Supremo dio respuesta a un recurso de este preso que supuso la prolongación de la estancia en prisión de los terroristas. Siete años después, en octubre de 2013, la Justicia Europea la anuló y fueron excarcelados 63 etarras.

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