Diario de León

Contra un universo de bulos

El periódico, un proceso seguro de principio a fin

El periódico no contagia, leerlo es seguro para la salud como verifican los científicos, la OMS y la propia Junta, que insta a sus servicios de Sanidad a permitir la prensa en los bares y ha elaborado un protocolo para que se comparta sin temor porque es inocua. Pero es que además el proceso de impresión y la tinta los esteriliza y se realiza con toda garantía

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León

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Alumbrar cada día un periódico como el Diario de León supone un esfuerzo titánico y una enorme satisfacción. Por eso es necesario atajar con información veraz la sarta de bulos sobre su uso en tiempos de Covid, porque la prensa no transmite el coronavirus. Al contrario, su proceso de impresión, la porosidad del papel y la tinta sirven de esterilización del producto. Los editores y los redactores lo saben, pero quienes avalan la seguridad de los periódicos son los científicos, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) e incluso la Administración autonómica.

Si el papel fuera una fuente de contagio, carteros, repartidores de paquetería, funcionarios, trabajadores de despachos y miles de lectores de periódicos o libros dispararían la curva diaria de contagios por Covid-19 en su permanente contacto con sus páginas. Pero no ha sucedido así, porque el periódico no contagia y porque todo el proceso de elaboración de principio a fin se efectúa con todas las garantías. Para empezar, el medio utilizado para escribir las noticias e insertar las fotografías es el ordenador. En el caso del Diario de León todo el contenido se transmite de forma virtual hasta la rotativa de Medina del Campo, donde el santo y seña es hidrogel, guantes y mascarilla para la parte de manipulado personal, ya que el grueso de la tarea se ejecuta con medios mecánicos que, además, se desinfectan. A la una de la madrugada una furgoneta higienizada traslada los paquetes de periódicos hasta las instalaciones de la empresa distribuidora en Onzonilla.

Garantía científica

La porosidad del papel, la tinta utilizada y el proceso de impresión hacen aún más inmunes a los diarios

Allí se descargan y se reparten a las quince personas que se encargan de llevar la prensa hasta todos los rincones de la provincia. Todo ello se realiza con un protocolo estricto de seguridad para cada trabajador donde, nuevamente, las medidas de distancia social, higiene de manos, guantes y mascarilla son indispensables.

Algunos ejemplares de suscriptores, plegados con máquinas, se remiten a Correos para su traslado a los domicilios de los lectores con responsables ataviados con guantes y mascarilla, de modo que nadie toca directamente ni siquiera el periódico desde su nacimiento en papel a su entrega. En los más de 230 quioscos que lo venden, la manipulación es también con protección.

La Dirección General de Salud Pública de la Junta ha zanjado, además, de una vez por todos los temores en torno al uso compartido de periódicos y revistas con un documento, algo que también ha hecho la OMS como principal autoridad mundial sanitaria al subrayar que el periódico no transmite el coronavirus.

 

El papel no es transmisor, según la OMS

  Respecto a la prensa en los establecimientos de restauración colectiva, Sanidad subraya que no existe una prohibición expresa ni referencia en las medidas establecidas durante la desescalada. Recuerda que la principal forma de propagación del virus es a través de las gotículas respiratorias, transmitiéndose de persona a persona cuando salen despedidas de la nariz o la boca de alguien infectado al toser, estornudar o hablar.

 

Protocolo de Sanidad

La Junta defiende a la prensa escrita negando que esté prohibido su uso en bares y bibliotecas

Salud Pública remitió su protocolo a los servicios territoriales de Sanidad de las nueve provincias de Castilla y León, en el que informa a sus responsables que está permitido leer periódicos compartidos en establecimientos de hostelería dado que no es un vehículo transmisor del Covid-19, con más garantía aún si se utiliza con las medidas higiénicas que detalla el documento elaborado para defender a la prensa escrita en un universo de mentiras que ya ha parado también la OMS.

El protocolo también sirve para que el personal que se encarga de inspeccionar y velar por la salubridad en este momento sepa a qué atenerse. Por tanto, la Consejería de sanidad de la Junta constata que la prensa escrita no representa un riesgo de transmisión. La circular interna, además de realizar unas recomendaciones preventivas sobre cómo leer un periódico compartido, menciona por analogía las consultas en sala que se permiten en las bibliotecas.

Antes de remitirse este documento a las delegaciones territoriales, se trabajó mucho en la introducción para que fuese meridiano el mensaje de que ninguna norma de las establecidas por el Gobierno prohíbe la lectura de prensa en establecimientos de restauración compartida tras permitirse la apertura de bares y restaurantes. La Junta advierte a cualquiera otra autoridad local que los periódicos están permitidos en las barras y mesas, sin temores. El cartón y el papel carecen de riesgo de transmisión por sí mismos. El comportamiento social y el cumplimiento que cada ciudadano debe hacer de las normas sanitarias sigue siendo importante.Por analogía con las bibliotecas, Sanidad considera que en los establecimientos de restauración colectiva es posible la presencia de prensa a disposición de los clientes siempre y cuando se adopten medidas de protección.

La prensa debe mantenerse y leerse en un espacio específico.En él se dispondrá de información sobre las adecuadas condiciones de uso y la obligación de ser respetadas, hechos como que los clientes se desinfecten las manos con gel hidroalcohólico inmediatamente antes y después de su uso y respetar las normas higiénicas básicas. Según el virólogo noruego George Lomonossof, uno de los mayores expertos sobre el virus que trabaja en una vacuna en el Centro de Investigación Microbiótica John Innes, «los periódicos son bastante estériles debido a la forma en que se imprimen y el proceso de producción por el que pasan». Así que no hay porqué renunciar al placer de su lectura.

 

1. EN LA ROTATIVA Gestión mecánica con guantes y gel

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Con el último golpe de tecla del periodista que efectúa cada noche el cierre del Diario de León, las palabras y las fotografías viajan de forma virtual y, por lo tanto segura, hasta los ordenadores de la empresa Calprint, en Medina del Campo, donde trabajan 55 personas en turnos. Todas ellas inician la labor desinfectando sus manos con gel hidroalcóholico antes de enfundarse los guantes y la mascarilla protectora. Las botoneras de las máquinas y las superficies de las mesas también se higienizan y toda la manipulación posterior se prosigue con guantes, según explica el responsable Eugenio Sánchez. Cada página se graba con láser en una plancha de aluminio en la que se vierte una emulsión que coge la tinta. También se necesita presión del papel contra la plancha gracias a un rodillo de caucho. Todos esos materiales se limpian por seguridad para no dejar ningún resquicio de entrada al virus. La rotativa «es enorme», admite, de más de 100 metros, pero el proceso mecánico, sin intervención humana, deja listos en una hora todos los ejemplares, que se agrupan con cintas para su mejor traslado con carretillas elevadoras. Las bobinas de papel se colocan con guantes.

2. EN EL ALMACÉN DISTRIBUIDOR Un protocolo para cada trabajador

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Los periódicos llegan en una furgoneta aséptica y que se limpia a diario desde Medina del Campo a una nave almacén en la localidad leonesa de Onzonilla que gestiona la empresa Boyaca. Allí se descargan los paquetes y se redistribuyen entre los quince repartidores que los entregan en todos los puntos de la provincia y en más de 230 quioscos. Como primera medida, lavado de manos y entrega de guantes para limpiar los equipos. Una vez realizada esa tarea se entregan otros guantes para efectuar las labores cotidianas, según matiza el encargado de la distribución, Álvaro García. Las suscripciones del Diario de León llegan de la rotativa plegadas mecánicamente y de forma individual para su entrega. El manipulado del resto es en formato de paquetes con tiras de plástico. Por seguridad, el personal de administración de la empresa sigue teletrabajando y en el almacén se ha establecido un protocolo de limpieza anti Covid y otro para cada uno de los trabajadores, de modo que cada tarea se realiza con especificaciones propias y con medidas de distancia social. En ese proceso de recepción y entrega de los periódicos nadie toca los ejemplares sin colocarse guantes o desinfectarse las manos.

3. A DOMICILIO Con medidas y sin contacto físico

JESÚS F. SALVADORES

Lo escrito perdura, sólo es actualidad lo que llegamos a conocer. Por eso la información diaria que contienen las páginas del periódico juega un papel esencial para saber qué ocurre, qué pasa, en qué punto estamos. Después de pasar todo ese torrente de noticias a un soporte tangible en la rotativa y de llegar al almacén desde el que se distribuyen, parte de los ejemplares se depositan en Correos de León para que los carteros los lleven hasta los domicilios de los suscriptores. En ese traslado, ninguna mano toca el papel, ya que los empleados se desinfectan con los geles hidroalcohólicos para cumplir sus protocolos de trabajo y se colocan guantes y mascarillas. El manipulado es seguro en todo momento. En el último paso, la venta al público en los quioscos, las medidas de seguridad contra el Covid-19 siguen siendo prioritarias y sólo se atiende desde la distancia social y con material de protección. El papel del periódico no contagia y llega limpio.

JESÚS F. SALVADORES

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