La plataforma de locales del Húmedo insiste en que se puedan abrir más bares

Ante «la indiferencia y el abuso de una paleta administración», la plataforma de propietarios de locales del casco histórico insiste en reclamar al Ayuntamiento de León que «flexibilice» las restricciones de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) para permitir que se puedan abrir más establecimientos de hostelería. Tras ser «ignorados» por la administración, el colectivo, que agrupa a 35 dueños de 28 espacios vacíos en la actualidad, avanzan que reclamarán «daños y perjuicios económicos durante estos 11 años, estimados en 150.000 euros para cada uno de los locales estigmatizados», además de que solicitarán «la abolición del IBI y otros impuestos que afectan a locales en esta situación».

Frente a la postura del consistorio, que promueve ampliar la ZAS al Barrio Romántico apoyado en los estudios del mapa del ruido, la plataforma ironiza con que «la bárbara iniciativa privada, que todo lo deshace, es una posibilidad de renacimiento». «Si se corrige el ruido peatonal y se permite ensanchar los flujos peatonales hacia otras calles, estaremos desatascando la senda tradicional», apuntan desde el colectivo, que abunda en que «si al tiempo, con iniciativa privada, se liberalizan locales, hoy en desastrosa imagen de abandono, nacerá la limpieza, luz pública y aseo de la calzada». «No por ello habrá más ruido, sino que simplemente se diluirá el existente», señala Javier Álvarez, portavoz del movimiento.

El colectivo incide en que pedirán «una revisión de licencias concedidas en los últimos años, tanto en la ZAS como en la Zona de Respeto» para saber «quién las concedió» y aclarar «el fraude empresarial perpetrado por sus beneficiarios al no ajustarse al epígrafe autorizado de restaurante o bar». Como representante de «unos propietarios marginados y expoliados siempre a favor de dudosos ‘establecidos’ e ‘insolidarios residentes’ que prefieren su estatus a la ruina económica y la cochambre que refleja el actual Barrio Húmedo, inutilizado, abandonado y ‘sobreexplotado’ 24 horas a la semana», la plataforma concede que «habrá que valorar a los daños a los residentes», aunque apostilla que «ellos deberían entender esta encrucijada de intereses y de un futuro común». «Con la protección de que gozan desfavorece el interés de la otra parte y esto realmente no suena nada democrático», señalan, a la vez que se ofrecen para «ayudar, simplemente usando el sentido común», con propuestas como que «los jóvenes cuenten con uno o dos locales para reunirse e intercambiar proyectos».