El Pleno de León le recorta poder a Diez por su «pérdida de confianza»

El Pleno recupera competencias. Salvo el ejercicio de acciones judiciales y la petición de subvenciones a otras administraciones, la junta de gobierno, el órgano en el que sólo están los concejales socialistas y su socio de Podemos, pierde el margen de maniobra que tenía para la aprobación de proyectos de más de 6 millones de euros y cuatro años, la fijación de precios públicos y la ratificación de compatibilidades del personal. Aunque más allá de la aplicación concreta, la merma se apoya en «la pérdida de confianza» hacia el alcalde, José Antonio Diez, que argumentaron los grupos políticos del PP y Ciudadanos para sacar adelante un acuerdo al que se sumó la UPL, que hace un año ya se opuso a la delegación de estas competencias. Ni siquiera contaron con el voto en contra del PSOE, que, antes de perder la votación, revistió su apoyo de compromiso a «la palabra dada» por el regidor en julio del pasado año, cuando se comprometió a devolverlas si se le reclamaban, a la vez que las sacaba adelante con la ayuda de populares y naranjas.

La decisión se inscribe en la polémica de la reforma de Ordoño II en plena crisis del covid-19. El proyecto, que no habría tenido que pasar por el Pleno tampoco antes de la revocación de estas competencias, cebó la critica del PP por «la gestión individualista y con la mira puesta en su propio interés» del alcalde, quien ha «incumplido la promesa de que pondría la brújula en los ciudadanos». «Su lema de campaña era ‘queremos un León de Diez’ y se ha convertido en ‘queremos un León para Diez’», ironizó el portavoz popular, Fernando Salguero, quien cuestionó «el postureo» con el que los socialistas se unieron a la moción «para autorrevocarse».

Al argumento se sumó Ciudadanos. El concejal Carlos González Antón incidió en que «las competencias que se recuperan son lo de menos» y puso el foco en que «lo importante es por qué». «Cree que puede hacer todo lo que no esté prohibido, pero lo que las leyes no prohíben lo puede hacer la honestidad. Usted prometió unas cosas que no está haciendo», subrayó el edil naranja, centrado en cuestionar «la falta de participación» y de «eficiencia en la asignación de los recursos».

Sin entrar en la pérdida de confianza, la UPL defendió su «postura absolutamente técnica». El portavoz, Eduardo López Sendino, recordó que «ya hace cinco años, cuando el PP y Cs aplicaron su propio rodillo» su grupo votó «en contra», al igual que en la sesión plenaria de organización de hace casi un año. «Hemos mantenido una postura perfectamente clara en cuanto a que el Pleno es el órgano soberano y sacar las competencias es hurtar su principio democrático», expuso el leonesista.

Frente a estas posiciones, el PSOE insistió en que el apoyo se basa en la «postura clara y honesta del alcalde», quien comprometió que «si se consideraba que alguna de estas competencias debían de volver no habría ningún problema». Pese a este apunte, el edil Vicente Canuria admitió que «va a se un obstáculo para eficacia y agilidad», concedió que «no ha habido ningún acuerdo en el que se hayan ejercido con opacidad estas competencias» y subrayó que la propuesta se debe «al mero pataleo». Sin salirse de esta guía, su socio de Podemos, Nicanor Pastrana, reclamó que la acción política «ha de ejercerse de manera responsable y con lealtad institucional» y dejó caer su duda de «qué papel juega Ordoño II en todo este montaje».

No fue el único revés para Diez. El alcalde tuvo que dar marcha atrás en su intención de meter por urgencia una moción para reclamar a la Junta más financiación para los servicios sociales sin haberla mostrado antes al resto de grupos políticos.