Sucesos
La policía encuentra dificultades para repatriar un cadáver hallado en el río
Se trata de un extranjero que falleció por muerte natural pero carece de documentación
La Policía Nacional se está enfrentando a notables dificultades para repatriar el cadáver de un varón de mediana edad y de identidad desconocida, que carecía de documentación en el momento de su muerte y que fue encontrado por un grupo de adolescentes que transitaban por la zona el fin de semana pasado.
La autopsia practicada al cuerpo sin vida del fallecido revela que la fuerte fue natural (inicialmente apuntaba a un infarto de miocardio), con lo que el juzgado de guardia que instruyó el caso descartó la existencia de delito penal y dio trámite al resto de cuestiones.
Hallazgo macabro
En un primer momento se barajó la posibilidad de que se tratase de un peregrino, puesto que la zona del río en cuyas inmediaciones se halló el cadáver, suele ser punto de tránsito para los caminantes que se despistan en su recorrido. Sin embargo, las pesquisas practicadas en los diferentes puntos de sellado de los carnés y en los alojamientos del Camino de Santiago, no han dado resultado positivo, por lo que la investigación sigue abierta a mero trámite administrativo, a la vista de que no hay ninguna otra cuestión judicial que debatir.
La complexión del individuo, sus rasgos físicos y el atuendo que portaba dan a la Policía Nacional la certeza de que se trata de un ciudadano procedente de otro país. Sin embargo, no se han reclamado de momento desde ninguna embajada datos de su paradero ni existe hasta el momento denuncia alguna de países foráneos que puedan incardinarse en el seno de la investigación.
Muchas moscas
Los jóvenes que hallaron el cuerpo sin vida del individuo manifestaron que debía llevar ya unos cuantos días fallecido porque sobre todo alrededor de la cara se arremolinaban numerosas moscas.
Dieron aviso al Cuerpo Nacional de Policía, que inmediatamente lo comunicó al juzgado de guardia para que se practicase el levantamiento del cadáver.
Ahora el trabajo se centra en conseguir algún dato que permita establecer su procedencia, para a partir de ese hilo, tirar de una línea de trabajo que posibilite su identificación y la tramitación de los pasos burocráticos correspondientes para llevar a cabo su entierro, previa devolución de los restos mortales a su país de origen. Los agentes confían en que pronto se pueda cerrar la investigación.