Diario de León

Hicieron público que su muerte fue por un ajuste de cuentas y se basaron en un solo testimonio

La policía incrimina por error en una banda a un leonés asesinado en Londres

La familia denuncia que la noticia salió en televisión y que tardaron 16 días en rectificar

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M. Rabanillo - león
León

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La familia del joven leonés Rubén Rodríguez Fuente no daba crédito cuando el pasado día 8 estaba comiendo en su casa y vio en la televisión la fotografía de su hijo, -cuyo asesinato en Londres les había sido comunicado hacía un mes-, mientras el locutor anunciaba la detención en Madrid de una banda de delicuentes colombianos que robaban joyas y que eran buscados por la policía británica por haber asesinado a dos de sus miembros en un ajuste de cuentas. Según contaban en el informativo, la información respondía a una nota oficial publicada por el gabinete de prensa del Cuerpo Nacional de Policía en su página web. Así fue cómo se enteraron de la detención de los asesinos de Rubén, un ingeniero de telecomunicaciones de 30 años con un expediente impecable y sin antecedentes penales de ningún tipo ni en España ni en Reino Unido. Emilia, la hermana del joven asesinado, llevaba un mes en Londres colaborando con los agentes que dirigían la investigación, que le habían advertido desde su llegada que, según todos los indicios, el asesinato de su hermano se debía a que Rubén «se encontraba en el sitio equivocado en el momento equivocado». La reacción fue inmediata. La familia contactó con el agente español que llevaba la investigación para que rectificara «de inmediato» la nota policial que involucraba a su hermano en la banda de criminales que le mató, según señaló a este periódico su hermana. La respuesta fue que el testimonio de una detenida, novia de un miembro de la banda, había señalado a Rubén como miembro de la misma y que las dos víctimas -el joven leonés y un colombiano- habían muerto en una reyerta sobre el reparto de un botín. Emilia, aún en Londres, se puso en contacto con el jefe de la investigación de la policía británica quien le aseguró que desde su departamento no se había hecho llegar esta información a los agentes españoles más aún, «cuando sus investigaciones les habían demostrado que Rubén no había estado implicado en ningún acto delictivo durante su estancia en Londres y que su tesis era que había sido víctima de un 'horrible crimen'», señala la hermana de Rubén. El jefe de investigación británico redactó un informe asegurando que, según las indagaciones policiales, Rubén era una persona con «buen carácter», que «no tenía antecedentes delictivos ni en España ni en Reino Unido», y que los agentes británicos que habían viajado a España para seguir la investigación estaban al tanto de todos los detalles y que no sabían nada de las implicaciones que revelaba la nota de prensa. Con el informe en la mano, Emilia intentó que la policía española rectificara la información errónea sobre su hermano, «un día tras otro, una llamada tras otra y sólo oyendo largas, excusas y disparates de todo tipo», declara. Así pasaron diez días y un viaje a Madrid, donde la hermana de Rubén visitó al jefe de prensa del Departamento de Policía para que, con el informe británico en la mano, publicara la rectificación. Tampoco entonces se consiguió nada. El jefe de prensa le aseguró que necesitaba la comunicación oficial del responsable de la investigación para que se pudiera publicar la rectificación, que por aquel entonces ya se encontraba de vacaciones y con el móvil apagado, según cuenta Emilia, quien asegura que en cada llamada «tenía que volver a contar lo mismo porque la persona que me cogía el teléfono no estaba al tanto porque nadie le había pasado el mensaje o porque el que había hablado conmigo ya se había ido de vacaciones». Finalmente, Emilia decidió utilizar la palabra mágica: «acciones judiciales». Esto fue ayer. Poco después recibía una llamada diciendo que la rectificación ya estaba en la web. En ella, se narra la primera versión policial y se añade que «la policía británica ha emitido una certificación, a instancias de la familia del español asesinado, en la que se desvincula al ciudadano español con la citaba banda de delincuentes». Acciones legales La familia considera que la rectificación «ni es suficiente, ni es justa» y estudia la posibilidad de exigir responsabilidades por la vía judicial. «Si dentro de un año, cuando salga el juicio, mi hermano es terrorista, me lo como con patatas -asegura Emilia-, pero hoy no porque no tienen pruebas y además mi hermano no era ningún delincuente, ni estaba relacionado con ninguna banda de colombianos». La hermana de Rubén también asegura que la policía española le insinuó que los agentes británicos podrían no haberle contado todo, por compasión. «Ellos no tienen por qué consolarme a mí», asegura. «He estado en Londres más de un mes ayudando a la policía en todo lo que podía para esclarecer el crimen y de los testimonios recogidos nadie ha dicho una sola palabra negativa sobre mi hermano -señala-, es más, nadie se podía creer que había muerto de esa manera, porque era una persona esencialmente buena».

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