Los Reyes llegan al Bierzo a pesar de la lluvia y la pandemia

Los Reyes Magos sortearon ayer todos los obstáculos para acercarse a los más pequeños, y también a algunos mayores, en distintos escenarios del Bierzo. Ni la lluvia, que dio una tregua durante la tarde, ni la pandemia, que obligó a suspender cabalgatas o a reconvertirlas en una recepción, y a extremar las medidas de seguridad, pudieron con la voluntad de los Magos de cerrar la Navidad.

Bembibre celebró su cabalgata de Reyes con cambios sobre la marcha tradicional a causa del Covid. Aunque la lluvia que se prodigó durante toda la jornada dio un respiro durante la celebración de la cabalgata se notó sin embargo la reducción de público. La posibilidad de lluvia fuerte y los consejos que durante las últimas horas se oían en todos los a medios causaron ausencias que ya se notaron en el entronque de las calles Castilla, Susana González y Eloy Reigada, en el popularmente denominado «cruce del Uria» dónde tradicionalmente se produce una de las principales aglomeraciones para ver las carrozas y cabalgatas y sin embargo en la tarde de ayer contaba con menos de la mitad de asistentes.

Los Magos recibieron a los niños a las puertas del Ayuntamiento de Fabero. DL

Con el público muy repartido a lo largo del recorrido, la cabalgata siguió el trazado habitual hasta finalizar en la Plaza de Santa Bárbara. Eso sí, sin repartir caramelos y sin la posibilidad del típico fin de fiesta en el que los pequeños podían fotografiarse con los Reyes Magos y rebajar el frío con un chocolate caliente y bizcochos.

Aún así la alegría de los pequeños al ver pasar las carrozas y saludarles Reyes y pajes se hizo notar con saltos, miradas de asombro y gritos. Les quedaba esperar a la mañana para ver qué regalos les dejaban en casa.

En la residencia de Páramo

Los Reyes se habían acercado por la mañana hasta la residencia de mayores de Páramo, donde no hubo cabalgata, para repartir regalos entre los residentes.

En Cacabelos, los niños desfilaron por el patio cubierto del centro educativo para conocer a sus Majestad, en una actividad donde el Ayuntamiento instaló un escenario con música y luces. En fila y en perfecto orden, los más pequeños pudieron cumplir su deseo de saludar a los Reyes.

En Fabero, hubo tiempo para escuchar las peticiones de los pequeños . DL

Y de la misma forma lo hicieron en Fabero, donde las escaleras del exterior de la Casa Consistorial, bien alfombradas, se convirtieron en una suerte de salón del trono al aire libre donde los niños se acercaron por orden, y sin aglomeraciones a los tres Magos de Oriente.