Diario de León

Integración del ferrocarril

El Solarón de Gijón se ofrece como espejo para el arrabal de la integración en León

El espacio que liberó la reforma de estación de cercanías gijonesa ya tiene definido el uso y la reforma urbanística

Los dos solares resultantes de la reforma ferroviaria de Gijón y León

Los dos solares resultantes de la reforma ferroviaria de Gijón y León

León

Creado:

Actualizado:

El Solarón lleva mayúscula en Gijón, adherida a la solemnidad con la que bautiza Asturias todos sus nuevo referentes; hay una analogía en León a ese espacio que surgió al replegarse el espacio ferroviario, cuando la estación de cercanía, aneja al Humedal, dejó un hueco a un solar, que no tardó en asumir el sufijo aumentativo: más de dos hectáreas de extensión en una brecha entre edificios, sobre la costura de las viejas vías. Por una herida similar respira León desde que Adif completó el nuevo perímetro que resultó de rebajar la vía del tren y acondicionar la estación pasante al flujo natural de los trenes, que han vuelto a circular hacia el norte. Sin fondo de saco, sin marcha atrás.

Pero con una terreno segregado que deja un descampado apegado a una valla de exclusión que no gusta en la ciudad; ni a políticos, ni a vecinos. Ni a la mira crítica a un paisaje urbano que rompe cualquier esquema previsto para lo que se dio en llamar integración del ferrocarril, sujeta a un plan territorial que no ha llegado a ser la mitad de la sombra que se planificó.

El solarón de León es con minúsculas, porque no ha sido capaz de encontrar en dos años de reivindicación (desde que se perfiló la ejecución de la reforma) una solución acorde con las expectativas de una ciudad que sigue rota a un lado de la vía, por mucho que la vía ahora vaya a seis metros bajo piso, y alejada de la orilla oeste, que mecen las olas de un descampado.

Espacio urbano
Gijón acaba de definir un proyecto para ajustar la edificabilidad y sumar más metros de área verde

Solar León
está a expensas de que Adif ajuste el terreno segregado a un uso apropiado en la ciudad

Gijón encontró soluciones a un inconveniente, que tuvo mucho de envoltorio de crisis inmobiliaria y reconversión de aspiraciones que aparecían al alcance antes del crash de la década anterior. León espera aún una luz que vaya a aproximarlas a las ambiciones de acabar con esa cicatriz eterna que rodea a la brecha de ferrocarril en la margen derecha del Bernesga. El Ayuntamiento de Gijón acaba de poner sobre la mesa una propuesta de urbanización que amplía el perímetro verde de este espacio, con paseos peatonales y recorte profundo del tráfico rodado. Luego, plantea recortes en los límites de la construcción prevista; se queda fuera una torre de 20 plantas (otro paralelismo que le unía a aquel prototipo de reforma ferroviaria que salpicó el cambio de siglo, y que en León añadía torres de 14 alturas) y da una uniformidad al techo de las futuras construcciones limitadas a seis pisos, según referencias aportadas por el organismo municipal de la ciudad gijonesa.

La edificabilidad del entorno es otro matiz decisivo para el acuerdo político de la propuesta que se lanza a Adif, en un espacio que se maneja bajo la tutela de Gijón Al Norte, GAN, una sociedad consorciada con el mismo adn colaborativo entre administraciones que se suponía para la funesta León Alta Velocidad.

El Solarón de Gijón está en vías de incrementa en 5.000 metros cuadrados las zonas verdes que acordonan este área, que llegarían a superar las 13.000 metros cuadrados en medio de un entorno de más de 23.000.

El solarón de León espera que se le asigne una letra mayúscula mientras el Ayuntamiento ya le ha girado a Adif una recomendación sobre la dotación de ese espacio con aparcamientos y zonas verdes. Imposible de alcanzar, mientras no se modifique la ordenación sujeta al PRAT, que se supone caduco, y que tiene dedicación específica de uso residencial, algo que se antoja imposible en la situación económica de León y el mercado inmobiliario de esta plaza.

El solarón de León se quedó sin uso amenazado por una perímetro vallado que protege el arrabal del contagio urbano.

tracking