Los test rápidos, buena herramienta para detectar el covid a tiempo en las empresas

Los test rápidos constituyen «una buena herramienta» para adelantarse a una posible irrupción y expansión del covid en las empresas, según se puso de manifiesto ayer en la jornada promovida por el Club de Prensa de Diario de León sobre el coronavirus y el entorno laboral. Unas pruebas que pueden ayudar a detectar a tiempo los posibles trabajadores portadores del virus y quienes ya han pasado la enfermedad y poseen anticuerpos. Según se expuso, esa información resulta clave para que el Sars-Cov2 no acabe paralizando la actividad económica de una compañía, con las consecuencias que ello supondría.

El biólogo y experto en el sector farmacéutico y hospitalario, Javier Cuevas, de la empresa Saluris, opina que el cribado con los test de antígenos, que supone un desembolso de 10 euros por unidad de media, «no tiene por qué pesar en la cuenta de resultados de un negocio, sobre todo, pensando en el lucro cesante que se produciría si el covid entra a la empresa». También defendió que sirven «para reconducir el riesgo de expansión del virus al determinar quién lo padece».

Explicó que la eficacia de una de estas pruebas se mide por la suma de sensibilidad (el grado de acierto de que un positivo es positivo) y de especificidad (porcentaje de éxito de que un caso negativo sea negativo) que en el caso de los kits de Saluris alcanza el 95%.

En la jornada, moderada por el director de Diario de León, Joaquín S. Torné, también participó el experto en el mundo de las finanzas, Alejandro Hidalgo, director provincial de Caja Rural, quien apoya la difusión informativa de todas las iniciativas de vanguardia que se produzcan en la actualidad. «El año pasado inauguramos en León la Central Operativa (Ordoño II) para contribuir desde ella a incrementar los debates sobre noticias de actualidad. Por eso cuando Javier Cuevas nos sugirió abordar la temática del covid en las empresas y prevenir parones de la actividad por ese motivo nos sumamos enseguida». Hidalgo valora que hay que apoyar también a la hostelería y al pequeño comercio, dos de los sectores más afectados por las medidas contra el coronavirus, y relanzar el consumo, como han efectuado desde Caja Rural con varias campañas y líneas de crédito. También coincide con que la inversión en los test de antígenos en las empresas, seguramente, es inferior comparada con el beneficio que se logra con esas pruebas para frenar el covid en el mundo laboral.

Respecto a las vacunas, Cuevas considera que «los resultados que nos muestran son esperanzadores», pero mostró su prudencia sobre su eficacia hasta que las autoridades sanitarias que las deben certificar lo hagan. «La clase política está ejerciendo mucha presión sobre las autoridades sanitarias para que vaya rápido, pero espero que se sigan los tiempos y medidas de seguridad». También explicó que la vacuna de Pfizer «difícilmente tendrá una eficacia del 92% cuando está en fase 2, lo que significa que se está probando en personas muertas, y cuando la eficacia de vacunas como la gripe es del 45%. En fase 3 se amplía la muestra poblacional a colectivos vivos y se reduce ese porcentaje».

Por eso echa de menos que algún experto salga a «explicar de forma llana en qué consiste este abordaje de vacunas y los riesgos y beneficios para la población. A Cuevas le ha llamado la atención la potencia extrema del virus, que está «diseñado para hacer daño», puesto que parte de las personas que pasaron la enfermedad perdieron sus IGG de defensa. Aclaró que esos son los anticuerpos que se producen en mayor proporción para responder al ataque viríco y que ante contactos posteriores lo recordarían para vencerle.

Matizó, además, que en la cúspide de la pirámide de pruebas para detectar el covid se sitúan los PCR; en la zona media los test hospitalarios de los laboratorios clínicos; y en la base los test rápidos, que están demostrando su eficacia para el primer cribado y discriminar a personas infectadas de las que no poseen la enfermedad.