Diario de León

Trobajo defiende que el proyecto ya no es excusa para el soterramiento

- La plataforma se manifiesta ante Adif para pedir el plan aprobado hace dos décadas

Una de las movilizaciones que han salido de Trobajo para exigir el soterramiento. RAMIRO

Una de las movilizaciones que han salido de Trobajo para exigir el soterramiento. RAMIRO

León

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Este lunes al sol de la plataforma por el soterramiento del tren en Trobajo viene del atardecer de los viernes contra Adif. 

La estación  de tren acoge una movilización dedicada a Adif «para que no entierre el futuro del municipio de San Andrés del Rabanedo y acometa «el estudio informativo de la integración del ferrocarril en León y San Andrés del Rabanedo» que, mediante resolución del 8 julio del 2004,  el Ministerio de Fomento aprobó».   

Se rememora ahora ese tiempo en el que el BOE abrió la opción de acabar con la brecha ferroviaria que enfrenta a vecinos y administraciones, a políticos y residentes, con una resolución de la Dirección General de Ferrocarriles que abría la licitación para la redacción de estudios complementarios a la integración de las vías entre León y San Andrés.

El 15 de diciembre de 2006 forma parte de un monumento a la ilusión frustrada del área metropolitana leonesa; contra la idea de que todo lo que aparece en el Boletín Oficial se hace carne sobre el terreno, está lo que sucede en Trobajo. 

Esta línea recta de Párroco Pablo Díez, con tres carriles sobre plano por ese pasillo que hoy moldea la segunda pasarela peatonal, formaba parte de un plan general de ampliación de la integración de ferrocarril; que iba a pasar de medio kilómetro cubierto a los dos kilómetros y seiscientos metros bajo losa. Desde la estación, el tren no volvía a la superficie hasta alcanzar un punto norte ahí en el límite de la calle Limonar de Cuba.

Se iba a resolver una demanda histórica, agitó el departamento de la oficina de información del Ministerio de Fomento, que ajustó el paso del relato por el Boletín Oficial del Estado como garantía indiscutible de que proyecto a realidad no iba a mediar más que una incremento de setenta millones de euros.

Los planos que acompañan el estudio informativo complementario a la integración del ferrocarril en León y San Andrés, la estrella es la calle Párroco Pablo Díez con dos carriles de circulación en sentido este, hacia el centro de León, y un carril en sentido oeste; después de accionar un dibujo de glorieta casi calcada a la par del paso que ahora se abre a la intersección de esta calle hacia la calle Antonio Vázquez Fernández, la reordenación simplificaría el hábito de la circulación. Sin rodeos . La calle, avenida sobre la que confluyen todas las puertas y ventanas de los barrios ferroviarios, de un tirón

Tren bajo losa

El mismo patrón que se aplicó en el estirón de la Avenida de Palencia, luego denominada prolongación de Ordoño II, sobre losa, y el tren como que no estuviera. El documento se visó, y obtuvo todas las bendiciones necesarias de la administración para hacerlo realidad.

El amparo técnico que aportan unos documentos que ahora se desclasifican para poner en evidencia a los políticos y autoridades del área de la administración de estructura ferroviaria, que niega la viabilidad de llevar a la práctica lo que cada día que pasa es un clamor mayor por Trobajo: que se soterre la relación de la localidad y las vías y no se renueve el gueto que entienden anula cualquier hilo de desarrollo en el entorno al que afecta. Esta es la invocación de Trobajo. Esta es su lucha.

El pulso ya ha alcanzado una cota de fricción tal que no habrá punto intermedio de acuerdo: se soterra según estaba diseñado en plano, reclama la plataforma vecinal , arengada  la pasada semana por dos respaldo públicos: la Diputación de León, que pide enterrar la vía, y Patrimonio, que ordena levantar la pasarela que Adif colocó a capricho.

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