Diario de León

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La ULE elimina el tapón que frenaba a los docentes dar el salto a la cátedra

Este año, la oferta de empleo para promocionar será mayor que el número de acreditados

Birrete que distingue a los profesores universitarios. NORBERTO

Birrete que distingue a los profesores universitarios. NORBERTO

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León

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La Universidad de León convocará este año diez plazas para catedráticos pero el número de profesores acreditados para poder dar este ascenso se estima en cinco. Por primera vez desde 2012, la oferta será mayor que el número de aspirantes, con lo que el vicerrector de Profesorado de la institución académica, Miguel Ángel Tesouro, explica que la Universidad «está al día, es decir, en la futura Oferta de Empleo Público habrá más plazas para catedráticos que acreditados hay en la Universidad», teniendo en cuenta que en 2016, cuando se convocaron diez plazas para promocionar a catedrático, el número de aspirantes eran más de 70, «algunos de ellos con más de diez años acreditados».

Son 127 los catedráticos de universidad con los que cuenta actualmente la Universidad de León. Una figura que da prestigio a las instituciones académicas ya que el proceso para optar a esta promoción —la máxima a la que puede aspirar un profesor universitario— es largo y requiere trayectoria investigadora y docente, además de méritos específicos, e implicación en la transferencia del conocimiento, entre otras cuestiones. «Ha sido en esta categoría, la de catedrático universitario, en la que más han aumentado el número de plazas a pesar de haber sufrido también un alto número de jubilaciones en estos cuatro años: de unos 90 en 2016 pasamos a 127 en la actualidad. Siendo posible alcanzar una decena más este año 2021», resume el vicerrector del área.

En cinco años

En 2016 había 70 profesores que no podían promocionar a pesar de cumplir desde hacía 10 años los requisitos

Durante los años de crisis iniciada a principios de la década pasada, se bloqueó la promoción académica mediante la limitación de la tasa de reposición. Un hecho que se traducía en que sólo se podía crear una plaza o promocionar a un docente si se jubilaban diez profesores. Por este motivo, y ante la elevada edad de las plantillas universitarias —que afectó a todas las instituciones académicas nacionales—, desde los rectorados, como ocurrió en León, se priorizó la incorporación de perfiles más jóvenes y actualizados.

El freno marcado por el Ministerio de Hacienda en 2014 —que ya venía arrastrado de facto desde los cinco años anteriores—bloqueó a casi medio centenar de docentes de la Universidad de León dar el salto a la máxima categoría, a pesar de contar con todas las exigencias de las agencias nacionales y autonómicas de calidad. A partir de ahí, el tapón aumentó y con la eliminación de la tasa de reposición y, tras cubrir las necesidades de la plantilla en otros escalafones docentes, la Universidad de León ha sacado en los últimos cinco años más de 70 plazas para la categoría de catedráticos. El vicerrector de Profesorado explica que hay que tener en cuenta que en este periodo también ha habido cerca de 40 jubilaciones, a pesar de las cuales «se ha superado el centenar de catedráticos».

De otros centros

«En sólo cuatro años la Universidad de León se ha puesto al día en las acreditaciones a catedrático universitario y habiendo tenido oportunidad todos los candidatos a optar a ello», explica Miguel Ángel Tesouro, tras recordar que la última convocatoria incluyó 17 plazas para esta máxima categoría.

El vicerrector de Profesorado explica que aún está por decidir qué departamentos ampliarán este año el número de catedráticos, pero que el hecho de que queden plazas vacantes ampliará las posibilidades para que acreditados de otras instituciones académicas decidan postularse a las plazas que se convocan en León. Una vía para reducir también la endogamia que azota a la mayoría de las universidades españolas.

En los últimos años, además de las circunstancias, la Universidad de León también ha conseguido reducir en al menos tres años la edad media de su plantilla docente, que ha pasado de los 60 a los 57, al ir equilibrando en las ofertas de empleo los perfiles necesarios.

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