Diario de León

Unicaja acepta 118 bajas voluntarias en la provincia

La entidad completará el proceso de reestructuración antes de que termine 2024

Oficina de Unicaja Banco en la avenida Ordoño II. RAMIRO

Oficina de Unicaja Banco en la avenida Ordoño II. RAMIRO

León

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Todos los trabajadores de Unicaja afectados en la provincia por el proceso de reestructuración de la entidad financiera tras su fusión con Liberbank saldrán de forma voluntaria a lo largo de los próximos tres años. El banco comunicó el pasado viernes, a través de correo electrónico, que aceptaba la baja de 89 empleados de León que se adhirieron al ERE durante el proceso que abrió el banco en el mes de diciembre para evitar los despidos. Hubo más inscritos, por lo que algunos se quedan fuera. Con otros 29 ya se había llegado a un acuerdo con anterioridad, según revelan fuentes sindicales.

Prescindirá en total de 118 empleados —más de 1.500 en toda España—y desmantelará catorce sucursales en la provincia, la mayoría en entornos rurales, aunque todavía no está definido cómo va a quedar el mapa definitivo y qué localidades perderán oficinas, aclaran las mismas fuentes.

La previsión es que este mismo año «la mayoría» de esos 118 afectados salgan de la entidad, y el resto la dejarán según «vayan cumpliendo los 56 años», aunque el acuerdo puede ejecutarse hasta el 31 de diciembre de 2024, cuando vence el plazo. Los tiempos varían en función de la edad del trabajador y de su antigüedad en la empresa. En términos generales, percibirán el 65% del salario bruto anual hasta la edad de jubilación, además de la prestación por desempleo. Los que hayan cumplido 63 años cobrarán 20 días de sueldo por ejercicio de servicio con un máximo de doce mensualidades. La indemnización es más alta para los que tienen menos años, siempre que acumulen trienios. Cuando se complete el proceso, la plantilla de Unicaja se quedará en la provincia con apenas 332 personas en nómina y tan solo una red de 41 oficinas para cubrir la demanda de 211 municipios.

Desde los sindicatos aseguran que su papel ahora es «vigilar en las mesas de seguimiento que se cumple todo lo pactado y se garantiza que la movilidad geográfica también va a ser voluntaria, como las salidas», subrayan.

Actualmente Unicaja ya solo mantiene 450 trabajadores y 55 delegaciones en León, donde el sector bancario ha perdido peso en los últimos años, a pesar de que fue uno de los más pujantes, antes de que estallara la crisis de 2008, que precipitó la reestructuración de las cajas de ahorro y la desaparición de Caja España, absorbida en primera instancia por Caja Duero y después por la propia Unicaja, que cierra, tras una nueva fusión, esta vez con Liberbank, una de cada cuatro oficinas de la provincia y rescinde los contratos de buena parte de los trabajadores que tienen más de 56 años.

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