El vacío orgánico que anticipó la crisis de Podemos
L. urdiales | león
Podemos se enfrenta en León a una crisis orgánica impensable hace sólo unos meses, cuando la formación aún se desenvolvía en un respaldo electoral que le había convertido en tercera fuerza en la provincia. También saludable en la capital, en torno a una representación gruesa en el Ayuntamiento de León, y con un bullicio político y de ideas en torno a su círculo en la capital. Hoy, aquella proyección es un espejismo. El único representante en el consistorio está expuesto a un expediente disciplinario, después de aceptar la entrada al ejecutivo municipal del PSOE sin atender a las condiciones marcadas por los inscritos de la agrupación política. Podemos en León ofrece una situación dependiente de una junta gestora, definida a mediados de junio por la dirección autonómica del partido, para cubrir el vacío orgánico sobrevenido tras la dimisión del consejo Ciudadano de Podemos en la ciudad. Ese trámite no fue inmediato. La dimisión de este órgano de gobierno se produjo con anterioridad a las elecciones, y en el transcurso de las gestiones que desde esta formación se realizaban con el fin de encontrar vías de encuentro para hacer posible una coalición electoral para concurrir al Ayuntamiento de León; aquella solución de las confluencias, con Izquierda Unida, que luego fue un imposible, desató algunas desavenencias y desencuentros en el foro interno de la formación morada. Con el fin de solucionarlas, se plantearon las primeras dimisiones. Incluida la del secretario, Óscar Fuentes, que en un principio se llegó a proponer como fórmula adecuada para mantener una figura solvente para la gestión diaria del partido. Más, en las condiciones que exige el proceso electoral que había que cumplir en el mes de mayo. Fuentes consultadas dentro de la formación morada señalan la salida de Fuentes como un error, que hubiera evitado otras consecuencias de debilidad devenidas de ese vacío de poder orgánico. En un principio, se llegó a plantear el cese del consejo ciudadano, no el de su secretario; pero a este dimisión fue forzado por exigencias de varios miembros; una de las que más se hizo valer, la de Nicanor Pastrana, ahora concejal de Podemos, y que a partir de finales de septiembre se integrará en el gobierno socialista de José Antonio Diez. «La figura de un cargo ejecutivo en el día a día del partido en León hubiera evitado el final de este proceso; también, el resultado de la negociación con el PSOE con el fin de llegar a un acuerdo para el gobierno municipal», valoraron ayer destacados representantes de Podemos vinculados al círculo ciudadano.
La brecha abierta no permite ver ahora forma de sutura.