La Variante avanza con las pruebas de seguridad para evacuar a viajeros
Un Talgo 6 se suma a las medidas del perímetro de andenes realizadas con otros trenes
Composición del Talgo 6 que probó anoche el túnel de la Variante. DL
En un momento clave para las consignas de seguridad del túnel de la variante de Pajares, un Talgo 6 le tomó las medidas a los andenes de interior de la galería.
Los pasillos laterales que servirán para evacuar a los pasajeros usuarios de los trenes que circularán por esta plataforma en el caso de incidente, avería u otra causa mayor. Medidas para que los viajeros puedan acceder a las salidas de emergencia.
Estas pruebas se aplican con todo el material del servicio de viajeros que tiene Renfe a su disposición, composiciones que en un futuro pueden cruzar por el interior de las galerías que se deberían estrenar en noviembre, si no hay problemas con los cálculos que manejan los responsables del Ministerio de Transportes en el plan estructural de poner en marcha esta conexión que debería estar en el catálogo de las vías de alta velocidad; la prueba de medida del gálibo se ha programado con el 106, con la serie 130 y 730 y la del 121.
La diferencia de distancia de las ramas empleadas en este ensayo con los andenes obliga a ajustar los estudios para facilitar la salida de los viajeros de cada tren.
Este paso en torno a las pruebas concretas de seguridad de cada rama se une a otros movimientos técnicos que tiene que ver con el avance en el ajuste de las estructuras ferroviarias y relacionadas con la puesta en servicio de las galerías entre La Robla y Campomanes. Habrá un corte programado en la catenaria desde esta jornada, con el sistema de alimentación de baja para la circulación, a excepción de la maquinaria de vía y obra, las vías y las instalaciones de seguridad .
Se van a instalar en oposición, pares de señales portátiles de parada y calces descarriladores para impedir la deriva de vehículos hacia las vías de servicio a la altura de las entradas al área de Campomanes de Alta Velocidad.
De esta forma se avanzan en los diferentes plazos para completar las pruebas de catálogo que tiene pendientes la Variante con el fin de lograr la autorización de seguridad ferroviaria para poner en marcha ese proceso de servicio para el que se han preparado durante dos décadas de obras.
A estas alturas, uno de los inconvenientes para acometer la fase final de proceso es determinar los límites de la seguridad en el interior de los túneles, condicionada por la aparición de grietas en la bóveda de las galería, en diversos tramos con especial incidencia, además del deterioro de algunos sistemas de comunicación, causados en ambos casos por la persistencia de las filtraciones de agua que procede de los manantiales de la montaña leonesa, seccionados por las máquinas que abrieron el hueco del túnel. Desde aquel instante se mantiene el efecto de una catástrofe ambiental que tiene efectos visibles en la ruina económica e hídrica de la cuenca alta del Bernesga y menos visibles en el interior de las galerías, condicionadas por el torrente de agua que se fuga a Asturias por el cauce del tren.
Las correcciones, aprobadas y refrendadas sobre el papel, no se han llegado a ver sobre el terreno; es la otra cara de la Variante, al margen de los trenes..