Diario de León

Thor, el perro atrapado 16 días en la montaña: "Pensamos que se lo habían comido los lobos"

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Thor estuvo 16 días perdido en las montañas de Babia. Sin ningún tipo de alimento. Su propietaria lo daba por muerto después de buscarlo insistentemente por todos los pueblos de la comarca y avisar, incluso, a los vecinos de las localidades anejas de Asturias. 

"Pensaba que estaría herido y se lo habrían comido los lobos", relata, todavía incrédula, Katerin, la compañera de Thor, el perro que ha sobrevivido 16 días a la intemperie, sin comida y sin apenas agua. "Todavía no me creo que haya aparecido", celebra su dueña, que regenta desde hace un año el albergue El Rebezo, en Torrebarrio, donde vive con Thor, un perro mestizo de unos 10 años que rescató su familia de la protectora .

Hace un par de semanas salieron a dar un paseo y Thor se escapó detrás de unos rebecos. No volvió. Katerin pateó la zona ese mismo día. Subió hasta la Farrapona al día siguiente y dio la voz de alerta en todos los pueblos que rodean a San Emiliano. También en los bares. No tuvo suerte.

Habló con un amigo, César Gómez, que conoce perfectamente las montañas de Babia para alertarle de lo sucedido y pedirle ayuda, pero el temporal retrasó la batida. Nadie confiaba en que el perro apareciera vivo después de tantos días perdido. 

Hasta que Enrique, un montañero gallego que se encontraba en la zona, hizo una ruta hacia uno de los picos que bordean el valle de Sousas. Mientras caminaba, oyó una especie de llanto, lejano, y pensó que un montañero estaba herido. Intentó acercarse hasta el lugar de donde provenían los ruidos y fue cuando encontró al animal. "Lo vio perfectamente pero no iba con la equipación adecuada y no pudo rescatarlo. Se quedó a 30 metros. Avisó a un bar y entonces fue cuando me dijeron que lo habían encontrado".

De inmediato, César Gómez e Iván Domínguez, un montañero experimentado, pusieron en marcha el dispositivo de rescate. Llegaron con cuerdas hasta el repecho en el que Thor llevaba días, sin apenas moverse y muy cerca del lugar del que desapareció. "Tuvimos mucha suerte de que Enrique lo escuchara después de tanto tiempo. Además estaba en un sitio por el que no pasas normalmente", cuenta César Gómez, quien cree que el perro pudo desorientarse cuando intentaba regresar a casa. Lo mismo piensa Katerin. 

"Cuando lo vimos, Thor estaba perfectamente, sin ningún herida, y tiraba de la correa. Lo único que podía comerte un brazo del hambre que tenía", revela Katerin, ya junto a su perro, que ha demostrado una fuerza increíble. De ahí su nombre. 

 

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