De carburo… a ‘led’

Lámparas con llama de petróleo, carburo, aceite, queroseno… y hasta ‘candelas’ para alumbrar —mínimamente— el camino, en los albores de la automoción. Ahora, la iluminación ‘IntelliLux LED’ se adueña del frontal ‘Vizor’ en el catálogo de Opel: Astra, Grandland, Insignia, Mokka y Corsa.

Cuando, a principios de 1900, la industria del automóvil comenzó a utilizar las bombillas incandescentes patentadas por Thomas Alva Edison en 1880, la ‘cosa’ cambió radicalmente: inicialmente alimentadas por baterías de 8 voltios, las ‘incandescentes’ se utilizaron durante ocho décadas, alojadas en diversos modelos de faros (frontales, intermitentes direccionales, luces de freno, pilotos traseros, marcha atrás…); el filamento de tungsteno daría paso a las bombillas halógenas, inicialmente utilizadas en los faros antiniebla y en los coches de carreras (1962) para, en los 90, dar paso a los faros de xenón (color blanco azulado… ‘bastantes’ caros), mientras los «diodos emisores de luz» —LED, por sus siglas en inglés— comenzarían a adueñarse de la iluminación automovilística a partir de 2004.

Ahora, bien entrado el XXI, la tecnología de iluminación matricial ‘IntelliLux LED’ (adaptativa y antideslumbramiento) toma carta de naturaleza en el catálogo de fabricantes como Opel que, en versión ‘Pixel’, la utiliza en sus modelos medios y altos de gama: 168 diodos (84 por faro), resulta ser la ‘luminosa’ carta de presentación del nuevo Astra —habitual superventas de Opel—, cuyos faros ultrafinos «recortan» fuera del haz de luz, con precisión milimétrica, a los vehículos que circulan de frente, mientras el resto de las zonas también permanecen completamente iluminadas con las ‘largas’.

Consecuencia: los conductores pueden identificar, con mayor precisión, los objetos que se encuentran en los extremos de la carretera, permitiéndoles reaccionar mejor ante —por ejemplo— animales que crucen inesperadamente la ruta.

Paralelamente, estos innovadores sistemas de iluminación resultan energéticamente más eficientes que los faros convencionales, incluso duran más.