Seat Ateca. Evolución… emocional
Diseño, conectividad y seguridad
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JAVIER FERNÁNDEZ
Más… personalidad. Uno de los pilares comerciales de Seat desde 2016, año del arranque de la ‘ofensiva SUV’ en los planteamientos de la ‘Sociedad Española de Automóviles de Turismo’, renueva sus planteamientos: mayor personalidad estética, amplio abanico motorístico gasolina y diésel, conectividad ‘a go-gó’ y el nuevo acabado X-Perience, que proporciona un carácter más robusto por su planteamiento ‘off-road’.
Así, el actualizado Ateca añade una nueva dimensión al ‘potente’ mercado de los SUV compactos, combinado un acentuado comportamiento dinámico con el uso diario.
La evolución estética —emocional— del Ateca la propone Seat en clave de acusada personalidad: nuevos parachoques que aumentan en 18 milímetros la longitud total del modelo (4,38 metros totales), manteniendo el resto de sus cotas (1,84 de ancho y 1,60 de alto) que, junto con los 510 litros de capacidad del maletero, sitúan al Ateca entre los mejores de su categoría.
Un refinamiento que también se traslada al interior con, entre otras cosas, un volante de nueva factura —también calefactable— o la también significativa adopción de una nueva pantalla táctil (9,2 pulgadas) para el sistema de infoentretenimiento, con acceso inalámbrico a aplicaciones como ‘Android Auto’ y ‘Apple CarPaly’, además de un evolucionado sistema de reconocimiento de voz, que permite actuar fácilmente con el ‘artilugio’.
La actualización del ‘todocamino’ de Seat no sólo propicia un excelente comportamiento dinámico, también convierte al Ateca en todo un compacto ‘GTI’, con adopciones tan significativas como la tracción total o la opcional suspensión regulable (730 euros).
Cuatro acabados comportan el catálogo del Ateca: Reference, Style y el inédito X-Perience (sustitutivo del Excellence) y el deportivo FR.
Precisamente el X-Perience viene a proporcionarle al nuevo Ateca un aspecto tan ‘robusto’ como ‘aventurero’: paragolpes específicos, ‘spoiler’ acabado en aspecto aluminio, pasos de rueda enmarcados en negro, y simuladas colas de escape, además de unas molduras laterales, delanteras y traseras, también con aspecto aluminio; todo ello combinado con la mecánica 1.5 TSI de 150 CV (cambio manual o automático) y con el 2.0 TDI de 150 CV (cambio manual).
En el capítulo mecánico, todas las versiones TDI (turbodiésel de rampa común) estrenan un sistema de doble dosificación con inyección dual de ‘AdBlue’, que cumple con las normas de emisiones Euro 6AP y, de paso, romer con la ‘leyenda negra’ de la ‘suciedad’ de los gasóleos, tan extendida últimamente entre los ‘expertos de salón’.
Precisamente el 2.0 TDI (150 CV) mantiene su ‘sprint’ de cero a cien en los 8,8 segundos de su antecesor, reduciendo el consumo medio de 5,6 a 5,3 litros por cada centenar de kilómetros.
En el apartado de gasolina, el Ateca arranca su escalonamiento con el tricilíndrico turboalimentado de inyección directa con el 1.0 TSI de 115 CV; el siguiente escalón lo ocupa el tetracilíndrico 1.0 TSI también de 115 CV, seguido del 1.5 TSI de 150 CV, unido al cambio manual de 6 velocidades y al automático secuencial DSG de 7 relaciones; mientras el techo de gama en gasolina viene dado por el 2.0 TSI de 190 CV, exclusivamente unido al cambio DSG7 de doble embrague y a la tracción total 4Drive.
La nueva gama Ateca arranca su tarifa en 24.280 euros (1.0 TSI de 115 CV en acabado Reference), cantidad que Seat rebaja a 18.700 euros con la financiación y los descuentos promocionales.