El año hidrológico cierra con los sistemas Esla y Órbigo en estado de sequía prolongada

El año hidrológico en la cuenca del Duero cerró ayer con los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) al 41,2% de su capacidad, con un total de 1.185 hectómetros cúbicos, de los que 485,6 proceden de los cuatro embalses leoneses —Villameca, Barrios de Luna, Porma y Riaño—, que están al 37,% de su capacidad.

Pese a que la situación no es preocupante, a la espera de cómo se desarrolle el próximo año hidrológico, el Plan de Seguimiento de Sequías de CHD refleja en su último informe fechado a 31 de agosto que los dos sistemas de León, el Órbigo y el Esla, se encuentran en un estado de sequía prolongada, como también ocurre a otros sistemas del norte de la cuenca.

Este escenario responde directamente a la falta de precipitaciones, que hace que los caudales circulantes se reduzcan de forma importante, y no se cumplan con los caudales ecológicos normales. Como consecuencia de esta sequía prolongada las unidades territoriales del Torío y del Bernesga se encuentran en situación de emergencia, al no llegar ni al 20% de su capacidad, mientras que el Órbigo está en prealerta y el Esla en estado de normalidad.

El estado de emergencia del Torío y el Bernesga se explica en parte porque estas dos unidades no cuentan con embalses de regulación, por eso las demandas son abastecidas mediante tomas directas procedentes de la lluvia.

Según el informe de seguimiento de sequías, agosto ha sido globalmente un mes seco respecto a sus valores medios (15,9 mm frente a una media del periodo de referencia 1981-2010 de 22,9 mm). Son en todo caso cantidades muy bajas en su valor absoluto, propias de un mes en el que difícilmente puede darse la vuelta a los problemas de sequía y especialmente de escasez que pudiera haber.

Las demarcaciones del Miño-Sil, Cantábrico Oriental, Cantábrico Occidental, Segura, Ceuta y Melilla tienen todas sus unidades territoriales en escenario de normalidad o de prealerta. Una sola excepción a esa situación presentan Tajo (Bajo Tajo, en Alerta), Júcar (Marina Alta, en Alerta), y Ebro (Cuencas del Aragón y Arba, en Emergencia). Donde más ha empeorado la situación es en el Duero, con una UTE en Emergencia (Torío y Bernesga), y tres en Alerta (Carrión, Cega y Alto Tormes). En este caso, las aportaciones de los últimos meses han estado bastante por debajo de los valores medios, lo que requiere un especial seguimiento los próximos meses, aunque esta situación de los indicadores de escasez no es especialmente relevante puesto que las demandas disminuyen de forma importante ya en el mes de septiembre.