Riaño
Capilotes para la reivindicación
La fiesta conmemora la lucha popular contra la anegación de los nueve pueblos.
La mozas de Riaño preparan los ramos de capilote en la plaza de los Pueblos.
Los mozos de Riaño celebraron ayer la séptima edición de la fiesta del capilote que comenzó con la recogida de esta flor típica de la montaña. Los actos continuaron con un desfile de pendones, la actuación del grupo de bailes regionales «Peñacorada» de Cistierna. Tras una comida popular hubo un concurso de tapas capilote para finalizar con un baile con la orquesta «Elite».
Esta fiesta se remonta a 1985, en que se celebró el primer día del capilote en el viejo Riaño. Esta celebración surgió como protesta ante la notificación de desalojo de varias viviendas en Vegacerneja para hacer la nueva carretera. La fecha del desalojo era el 17 de mayo, razón por la que la fiesta tomó como símbolo «el capilote», ya que esta es la fecha de su floración. En 1987 se realizó como protesta ante los planes inminentes de inundar Riaño y otros 8 pueblos (Vegacerneja, Burón, La Puerta, Salio, Anciles, Pedrosa del Rey, Éscaro y Huelde) con la construcción de un pantano, que finalmente se llevó a cabo en 1987.
El primer Día del Capilote se celebró en 1985, convirtiéndose en una manifestación en que participó toda la comarca y hasta los 7 pueblos que quedarían, dos años más tarde, anegados por el pantano. El segundo Día del Capilote se celebraría en 1987, año en el que se cerraría la presa y se inundaría el valle.
Desde el 2006 los mozos de Riaño intentan recuperar el Día del Capilote como recuerdo y homenaje a toda esa gente a la que en el verano de 1987 les arrancaron no sólo sus casas y tierras sino una gran parte de sus vidas.