Diario de León

La calle Enfermeras Mártires atesora varios ejemplos del patrimonio local

Destellos modernistas

La calle Enfermeras Mártires de Somiedo, con la casa Granell al fondo a la izquierda

La calle Enfermeras Mártires de Somiedo, con la casa Granell al fondo a la izquierda

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León

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Las artísticas e históricas sombras del tiempo surgen en Astorga a cada paso, y no podía ser menos en la calle que lleva el nombre de Enfermeras Mártires. Porque, tal como recuerda una lápida instalada en su trayecto, aquí se ubicó antaño la llamada Puerta del Rey, así denominada porque era el lugar por el que accedían a la ciudad los monarcas llegados desde la capital. La irrefrenable presión de los tiempos modernos provocaría su desaparición muchas décadas atrás, aunque sigue bien vivo en los corazones astorganos el recuerdo de uno de los tramos más ilustres de la muralla. Nuestra arteria protagonista, dibujada a modo de pronunciado descenso, se inicia en la plaza del Obispo Alcolea y muere justamente en el inicio de la avenida de las Murallas. Pero su corto e inclinado trazado se ve enriquecido por dos bellos y caprichosos ejemplares modernistas. En primer lugar, y siempre en la acera izquierda, aparece la casa que en su día albergó las oficinas de Elsa. Dado el grado de deterioro que presentaba el edificio, los alumnos de la escuela taller iniciaron su restauración en la primavera del año 2001. Así, bajo la dirección de Conchi Crespo, se procedió a limpiar y desescombrar esta hermosa casa modernista. Por su parte, los ocho alumnos del módulo de ebanistería, y su monitor Manuel Martínez, se encargaron de reconstruir la balconada hasta lograr una versión lo más parecida posible a la estructura original, con una extensión de cinco metros de largo. Los trabajos de acondicionamiento del vetusto edificio, ya de propiedad municipal, han continuado y precisamente en enero de este año la instalación del saneamiento provocó un accidente que dejaría sin luz a gran parte de la ciudad. En cualquier caso, la casa ya está prácticamente rematada y se inaugurará con una exposición sobre la Semana Santa de Astorga. Y como remate final a la bajada, haciendo esquina con la antigua carretera de León, nos encontramos con el ropaje fastuoso de la modernista casa Granell, erigida entre 1910 y 1915 por encargo de Heriberto Granell Carro. Este acaudalado fabricante de chocolate y mantecadas encargó al arquitecto Antonio Palacios Ramilo, autor del Palacio de Comunicaciones en Madrid, la ejecución de tan bello y llamativo edificio, coronado por un original elemento metálico.

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