León reclamará auxilio para paliar la "ruina total" del campo por las riadas

Nadie ha calculado aún los daños sufridos en la provincia por las riadas ocurridas el pasado diciembre. Ni los ayuntamientos, ni la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ni la Diputación tienen aún un balance de las consecuencias de los temporales, que se llevaron por delante caminos, canales, plantaciones, fincas de cultivo y también carreteras. La situación es «muy preocupante», como la califica el vicepresidente de la Diputación, Matías Llorente, quien ha anunciado en rueda de prensa dos mociones que presentará el equipo de Gobierno de la institución provincial y que tendrá, espera, el apoyo unánime de todos los grupos.

Son las llamadas de auxilio de alcaldes de toda la provincia las que han impulsado a la Diputación a actuar y reclamar al Gobierno central que active un presupuesto para reparar los daños. La Diputación exige, además, a la Comisaría de Aguas de CHD que limpie los arroyos, muchos de ellos completamente obstruidos, que han provocado que se inunde gran parte de la superficie afectada en la provincia.

La limpieza de la maleza no es una cuestión que puedan asumir los ayuntamientos, asegura Llorente, porque «tendríamos que cortar el agua y la luz» por la falta de fondos, por lo que reclama la actuación inmediata del organismo regulador de la cuenca, de quien dependen «las infraestructuras de uso público y su limpieza».

También pide a CHD que se haga cargo de los residuos arrastrados por el agua y que se han estancado en las fincas anegadas e inutilizadas por los árboles y la maleza que ha depositado la riada. Todo ello, según Llorente, es perentorio porque llegará en breve el tiempo de hacer las labores del campo y el pastoreo. Por ello, demanda que los guardas «que andan de un lado a otro sancionando» agilicen los informes sobre los daños y faciliten la llegada de los permisos para adecentar las fincas.

El vicepresidente de la Diputación considera urgente que se haga un inventario de los daños de las riadas que, por ejemplo, en el maíz han arrasado 5.500 hectáreas, solamente la mitad aseguradas. Este es otro asunto que también lleva la Diputación en una de sus mociones. Reclama que Agroseguro reduzca la franquicia del 20% de los daños, porque «es una ruina total y absoluta», para los agricultores y ganaderos que se quedan «sin ningún tipo de ganancia». Para ellos, la Diputación también reclamará al Ministerio de Hacienda que habilite una reducción de módulos en los cultivos afectados, que son varios.

«Ha habido mucho arrastre y los cereales sembrados tienen problemas serios», añade el también secretario general de Ugal, que extiende los problemas a los pastos, la alfalfa y también la remolacha. Las zonas más dañadas son gran parte de la montaña leonesa y en las vegas del Porma, el Esla y el Órbigo, donde las tierras han sufrido un lavado de minerales y se hace necesario aportar mucho abono para que vuelvan a ser fértiles.