Diario de León

La escuela de Villar del Monte renace como biblioteca

Una docena de vecinos habituales y los visitantes estivales disponen desde este sábado de más de tres mil libros para disfrutar de la lectura

La biblioteca ha llenado todas sus estanterías con la donación de libros de la oenegé Azacán. G. LLAMAS

La biblioteca ha llenado todas sus estanterías con la donación de libros de la oenegé Azacán. G. LLAMAS

León

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Villar del Monte se ha convertido en un foco cultural en La Cabrera en los últimos años. Es el pueblo con más museos y centros de interpretación en muchos kilómetros —casi uno por habitante— y ahora suma una biblioteca con cerca de tres mil volúmenes.

La Junta Vecinal es la artífice de este último eslabón del milagro de la España vaciada en un pequeño pueblo del suroeste de León en que el viven, durante todo el año, apenas una decena de personas. Las escuelas se cerraron en 1975. Benigno, el conductor del coche de línea que cubre el último servicio de transporte de la comarca, fue uno de los alumnos de la última promoción.

Villar del Monte se quedó sin niñas y niños que escolarizar. Casi vacío a principios del siglo XXI. Pero nunca dejó caer su escuela. La planta baja se habilitó como salón social y lugar de reunión de la Junta Vecinal y primera planta aloja una flamante biblioteca.

«Pensamos que podíamos llevar libros donde había libros», comenta José Luis González Llamas, un vallisoletano que se ha avecinado en Villar del Monte tras restaurar una casa y emprender un Centro de Interpretación de Arqueología unido a su pasión por la cerámica romana y preshistórica. La idea se cruzó con el ofrecimiento de la ONG Azacán, que recoge y restaura libros en Valladolid, y empezaron a traer cajas de libros a Villar del Monte.

Se reunieron miles de ejemplares, aunque finalmente solo se han podido quedar con 3.000. Los sobrantes los han donado a las vecinas localidades de Pozos y Cunas, también en La Cabrera Alta.

El milagro en este rincón de la España vaciada bebe de la vitalidad que ha dado al pueblo la rehilitación de viviendas por parte de personas llegadas de Valladolid, Reino Unido y otras latitudes. Las excursiones que, año tras año, realizó la Asociación de Amigos de La Cabrera, comandadas por Concha Casado, las rehabilitaciones públicas de corredores y pajares y un cambio de tendencia que ahora cobra cuerpo a favor de la vida rural, se vienen a enriquecer con el renacimiento de la escuela como biblioteca.

Villar del Monte cuenta con un Museo del Encaje, una exposición permanente de encaje flamenco, la Casa del Ayer, Aula Didáctica de Antropología Arqueológica, Alfar Museo, un taller didáctico de construcción de instrumentos musicales de madera y funciones, exposición de fotos en La Portilla, sede de la Asociación Villar del Monte: Vida, Costumbres y Tradiciones.

El conjunto de pajares de teito, restaurados en dos ocasiones, son otro de los atractivos de este pueblo que está abrazado por el entorno natural. Uno de estos pajares, recientemente restaurado, será la sede de la Asociación de Artesanos y Creadores Concha Casado, que rinde homenaje a la dedicación que la etnógrafa y filóloga tuvo hacia el pueblo y hacia el colectivo de artesanos.

Villar del Monte tiene ya méritos de sobra para llevar el apellido de Pueblo de la Cultura gracias a la confluencia de un grupo de personas que no ven la cultura como un negocio ni piden subvenciones y desarrollan sus proyectos individuales relacionados con lo que saben hacer y que coinciden en un proyecto conjunto que quieren ver crecer: «Estamos abiertos a personas interesadas en montar un taller o activodad artesanal», invita José Luis González Llamas. El coro Támbara, de Arroyo de la Encomienda, actúa el sábado a las 12.00 horas en la plaza en honor a la biblioteca.

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