Un estudiante de la ULE estudia como controlar las plagas en el lúpulo

Miguel Sánchez, estudiante de Grado en Ingeniería Agraria, y con una beca Ralbar de ULE y Fundación Banco Sabadell, analiza con la Asociación de Agricultores Ecológicos de León, el uso de Trichoderma para el tratamiento de plagas.

Ha pasado de vivir la Universidad como estudiante, a hacerlo como investigador en pocos meses gracias al proyecto ‘Biocontrol de plagas en cultivos ecológicos de lúpulo en León’ que presentó a estas becas y por el que fue seleccionado para aplicarlo en las localidades de la Ribera del Órbigo. Su propuesta, según explica, trata de «buscar una solución ecológica al actual uso de productos fitosanitarios en el cultivo de lúpulo, mediante el uso de esporas de hongos autóctonos de cada parcela que se ofreció a formar parte del estudio». Para el desarrollo de su proyecto, Miguel Sánchez ha aprovechado «los buenos resultados que el Grupo de Investigación y Agricultura Sostenible de la ULE ha aportado sobre nuevas técnicas de biocontrol de enfermedades en cultivos de gran importancia en la provincia como vid, lúpulo y alubia».

Su proyecto forma parte de las doce becas RALBAR, impulsadas por la ULE y la Fundación Banco Sabadell, en colaboración con la Asociación de Agricultores y Ganaderos Ecológicos de León.

El lúpulo de la provincia supone el 99% de la producción nacional-y las nuevas políticas europeas encaminadas a un uso sostenible en el control de plagas y de los recursos con el fin de proteger los ecosistemas, han sido factores que han marcado la iniciativa de este joven universitario que ha recibido “una elevada implicación de agricultores de la zona, quienes me han proporcionado muestras de suelo y me han dejado experimentar en sus parcelas con el tratamiento con Trichoderma”. Un hongo filamentoso presente en el suelo de forma natural que ha demostrado ser de gran utilidad en el control de plagas.

Miguel Sánchez destaca que la beca RALBAR está siendo «una gran experiencia para mí, cargada de aprendizaje y, en cierto modo, una primera toma de contacto con el mundo laboral. Gracias a la beca estoy tomando contacto con el trabajo en laboratorio, con otros investigadores, algo que durante la vida universitaria y el ajetreo de las clases no da tiempo a hacer de forma tan profesional».

Los beneficiarios de este proyecto han sido los pequeños agricultores de la provincia de León, incluyendo a agricultores ecológicos que han participado en ensayos de campo y en seminarios divulgativos sobre estrategias de control biológico de plagas.