Diario de León

Varias instituciones reforzarán la figura de Manuel García Prieto

Una fundación para el ilustre hijo

La calle García Prieto en una imagen tomada ayer

La calle García Prieto en una imagen tomada ayer

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León

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En las entregas anteriores hemos recordado los avatares históricos de la calle nominada en recuerdo a don Manuel García Prieto, nacido el día 5 de noviembre de 1859, y que antes de cumplir los 30 años ya representaba al distrito de Astorga en las Cortes de la nación. Protegido en el arranque de su carrera por su suegro don Eugenio Montero Ríos, abogado de postín y líder del partido liberal, en 1905 era nombrado ministro de Gobernación. Posteriormente dirigiría los ministerios de Gracia y Justicia o el de Fomento, ascendiendo a la presidencia del Gobierno tras el asesinato de José Canalejas en 1912. Titulado marqués de Alhucemas por su decisiva contribución a la firma de tratado que puso fin a las tensiones entre España y Francia a cuenta de sus respectivas posesiones e intereses en Marruecos, don Manuel García Prieto ostentó hasta en cuatro ocasiones distintas la presidencia de la nación. Durante aquel agitado período se enfrentaría a cuestiones tan espinosas como la huelga general de 1917, o el amago de rebelión protagonizado por las autotituladas Juntas Militares de Defensa. El astorgano estaba al frente del último gobierno constitucional desde el 7 de diciembre de 1922, hasta que a mediados del mes de septiembre de 1923 el golpe de estado del general Primo de Rivera acabó con el sistema de alternancia heredado desde la época de la Restauración. Precisamente el día 14 de septiembre de 1923, don Manuel García Prieto esperaba al rey Alfonso XIII en la estación madrileña de Chamartín, llevando en su cartera las órdenes de detención para todos los militares golpistas. Pero el monarca, acosado por el fantasma del desastre de Annual y harto de un régimen que hacía agua por los cuatro costados, dio el visto bueno al levantamiento de Primo de Rivera. Durante los años de dictadura militar el político liberal astorgano se mantendría en un discreto segundo plano, aunque sin ocultar sus pocas simpatías por semejante sistema de gobierno. Cuando se produjo la caída de Primo de Rivera, luego exiliado y fallecido en París, García Prieto reiteró su lealtad a la Corona aceptando el puesto de ministro de Gracia y Justicia en 1930, formando parte del gabinete de transición formado por el almirante Aznar.

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