Diario de León

Autopsia

El lobezno recogido en Abelgas de Luna murió por un proceso de anorexia asociado al estrés

Abelgas de Luna. CLUB XEITU

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Europa Press

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El lobezno recogido en Abelgas de Luna murió por un proceso de anorexia asociado a un período de fuerte estrés, según se ha podido constatar durante la necropsia practicada por el personal del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid, en la qu se localizaron fuertes heridas en cuello y almohadillas de las extremidades anteriores y posteriores, con tejido cicatricial en sus bordes, compatibles con lesiones antiguas originadas por abrasión.

El diagnóstico presuntivo de la necropsia concluye que el fallecimiento del animal ha sido causado por un fallo multiorgánico, consecuencia de una insuficiencia alimentaria, tanto en calidad como en cantidad, un manejo inadecuado (estrés) y una fuerte deshidratación, compatible con un mantenimiento del animal en cautividad durante un prolongado espacio de tiempo, según ha informado la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Según consta en acta, el lobezno fue recogido por la Guardia Civil en Abelgas de Luna, que lo entregaron a los celadores de medio ambiente de la Junta de Castilla y León el día 20 de agosto de 2020, a las 18.00 horas, en Villablino; posteriormente los celadores lo trasladan al Hospital veterinario de la Universidad de León, siendo entregado en dicho centro a las 20.00 horas del mismo día.

El 21 de agosto, a las 9.44 horas, desde el Hospital veterinario de la Universidad de León se comunica a los celadores de medio ambiente que el estado de salud del lobezno había empeorado, solicitando su traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid (CRAS VA), que lo reciben a las 12.30 horas del mismo día.

El lobezno finalmente se encontró muerto a las 08.30 horas del día 22 de agosto. Tanto la comida como el agua se encontraron intactos, procediéndose a realizar la necropsia del ejemplar el 28 de agosto de 2020.

El ejemplar, que llegó al CRAS en un transportín de dimensiones acordes a su tamaño portaba un collar de plástico naranja y una cadena metálica unida al mismo, con pelaje sucio y en malas condiciones, además de encontrarse muy nervioso y agitado, según las mismas fuentes.

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