Diario de León

HISTORIA DE LA MINERÍA

Santa Lucía de Gordón no olvida a los 230 fallecidos en sus minas. Grabará sus nombres en una inmensa placa

El Ayuntamiento conmemora las víctimas de los 130 años de historia de la Hullera Vasco Leonesa

La junta vecinal de Santa Lucía de Gordón proyecta un homenaje a los mineros fallecidos de la Hullera Vasco Leonesa. F. Otero Perandones.

La junta vecinal de Santa Lucía de Gordón proyecta un homenaje a los mineros fallecidos de la Hullera Vasco Leonesa. F. Otero Perandones.

León

Creado:

Actualizado:

Lejos de olvidar lo que la minería les ha quitado, Santa Lucía de Gordón se aferra al recuerdo de todas las personas que perdieron la vida en las entrañas de sus minas. Para que ese recuerdo prevalezca en la memoria colectiva de todos, y para que forme parte de una manera tangible del paisaje urbano de esta localidad, la Junta Vecinal ultima los detalles de un homenaje sin precedentes a todas y cada una de las personas que perdieron la vida en la mina en la larga historia de la Hullera Vasco Leonesa, que inició su andadura en el valle en 1893 y que extendió su actividad extractiva desde Ciñera a Matallana de Torío durante casi 130 años.

En este último año, la Junta Vecinal de Santa Lucía de Gordón, con su presidente, Victorino Lombas, a la cabeza, trabaja sin descanso para recopilar el nombre de todas las personas que fallecieron en la mina en alguno de los grupos de la HVL, en un arduo y complicado trabajo de documentación que les ha llevado a sumergirse en los archivos de la empresa, hoy en proceso concursal, que se conservan y se clasifican en el Museo Minero de Sabero, y en la hemeroteca de los periódicos que, como Diario de León, han sido a lo largo de estos 130 años de historia, testigo directo de las tragedias mineras de la provincia.

Una vez que se tenga el listado completo con el nombre, la edad y la fecha del fallecimiento de todas las víctimas de la minería en la zona, se grabarán en una gran paca de metal, que se instalará en la plaza del pueblo. «La idea es que cada uno reconozca el nombre de su ser querido y se le rinda así homenaje», explica Victorino Lombas, que asegura que la iniciativa ha tenido una gran acogida entre los vecinos de esta pequeña localidad de la cuenca minera, que se ha convertido en auténtico museo al aire libre del esplendor minero del que formó parte en el pasado.

«Aquí todo el mundo ha estado vinculado con la mina y tiene algún familiar entre sus víctimas», apunta Lombas, que añade que «ésta es nuestra mejor manera de que rendirles homenaje y que su recuerdo no se pierda y conviva para siempre entre nosotros», asegura alcalde pedáneo, que también trabajó en la mina y que incluso fue representante sindical a nivel nacional.

Hasta ahora ya han recopilado el nombre de 130 personas, y hay otras cien que están investigando ya que las circunstancias de la muerte no están muy claras y puede que no correspondan con la actividad minera. Para asegurarse de que no falte nadie, Lombas hace un llamamiento a todas las personas que puedan tener algún familiar entre los fallecidos para que se pongan en contacto con la Junta Vecinal y comprueben que su nombre está entre los homenajeados. Lo pueden hacer en el email  vlombas@hotmail.com.

En en listado aparecerá el nombre completo del minero,  el día de su muerte y su edad. «Es muy importante lo de la edad, porque nos da una idea de lo jóvenes que eran muchos de ellos», explica Lomba, que afirma que entre las víctimas hay un niño de solo 15 años, y muchos de 17 y 18 años. «Se morían muy jóvenes, ya que además de que había una evidente falta de medidas de seguridad, posiblemente la falta de experiencia y la imprudencia propia de los jóvenes les hacía más propensos a los accidentes», asegura el ex minero.

Larga investigación
Hay ya 230 nombres confirmados y cien por confirmar, entre ellos un minero de sólo 15 años 

Entre los fallecidos también está el padre de Antonio García, ex trabajador de la mina y hoy concejal en el Ayuntamiento de La Pola de Gordón. «Mi padre fue uno de los despedidos tras la huelga del 57 en la mina asturiana de la Riquela, propiedad de la familia Figaredo, y deportado junto a sus compañeros a León en un camión, donde empezaron una nueva vida que en el caso de mi padre se frustró tres años más tarde, cuando perdió la vida en un accidente en la mina Socavón de Santa Lucía, cuando yo solo tenía dos años», cuenta Toño García.

«Metieron su ataúd en una furgoneta de la empresa y lo levaron a enterrar Asturias». Para él, este homenaje es muy importante. «Es un reconocimiento que para mí ha tardado mucho en llegar pero que ya va a ser una realidad gracias la Victorino, que se está dejando la piel en conseguirlo», afirma el concejal.

Entre los homenajeados también estarán las últimas seis personas que fallecieron en el último accidente de la historia de la HVL, en el pozo Emilio del Valle en octubre de 2013. No ha sido el accidente más grave, en 1952 nueve peronas —seis mineros y tres ingenieros— murieron en el Socavón tras una explosión de grisú. Todos ellos tendrán grabado su nombre no solo en el corazón de sus familias, también en la historia viva de este pueblo de la cuenca minera leonesa.

«Nadie está preparado para dar una noticia así a un familiar»

Victorino Lombas tiene el dolor de las familias mineras grabada en los ojos cuando recuerda cómo eran esos días, por desgracia frecuentes, en los que la mina se llevaba por delante la mina de uno de los suyos. «Era muy duro, un drama que se extendía por todos los rincones del pueblo», explica. 

Recuerda que siempre eran los miembros del comité de empresa y los propios compañeros los que se encargaban de informar a las familias cuando ocurría un accidente.

«Nadie está preparado para dar ese tipo de noticias, no sabes como decirlo, pero al final lo tienes que decir», explica.

Santa Lucía de Gordón ha visto pasar por delante todo el esplendor de la minería. «Han sido miles las personas que han trabajado en estas minas», explica Lombas, que asegura que solo de la capital leonesa venían aquí a trabajar unas mil personas al día.

De las entrañas de las minas de este valle llegaron a salir 100.000 toneladas de carbón hacia los altos hornos que ‘volaban’ en el ferrocarril Bilbao-La Robla para abastecer a la pujante siderurgia vasca.

Hoy ya no queda nada de eso. «De momento la transición ecológica no ha llegado aquí», explica Lombas. «Solo nos queda el recuerdo, por lo que aquí estamos, intentando salir adelante esperando proyectos que no terminan de concretarse», lamenta.

«Nos gustaría que ya que para la próxima festividad de Santa Bárbara aún no tendremos disponible la placa, sí la podamos inaugurar el año que viene, cuando se cumplen 130 años creación de la empresa», explica Lombas.

 Desde la Junta Vecinal se están buscando distintas líneas de financiación para poder hacerse cargo de todos los costes del proyecto. «Estamos llamando a todas las puertas, y de momento hay buena predisposición de las administraciones para colaborar con nosotros», explica el teniente de alcalde.

tracking