Diario de León

Borrador

El nuevo plan hidrológico prevé 2.700 M€ de inversión en la cuenca del Duero hasta 2027

El principal reto será adaptar la reducción de un 10% de los recursos por el cambio climático a las demandas del regadío

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ayer. DL

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ayer. DL

León

Creado:

Actualizado:

La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, presentó ayer los borradores de los planes hidrológicos de cuenca de nueve demarcaciones intercomunitarias, ya a información pública.

La ministra explicó que los planes de medidas del tercer ciclo de planificación 2022-2027 darán respuesta a algunos de los problemas «más importantes de cada demarcación», por eso anunció medidas millonarias para conseguir marcar un «antes y un después en la gobernanza del agua en España». El objetivo final, abordar la gestión hídrica en línea con los principios y estrategias del Pacto Verde Europeo y con los objetivos de adaptación al cambio climático.

En el caso de la Cuenca del Duero, para conseguirlo se pondrá en marcha un ambicioso programa de medidas cuyo coste asciende a más de 2.700 millones de euros, de los cuales 658 serán financiados por la Dirección General del Agua, y otros 2.085 restantes por el resto de agentes implicados en su gestión.

«Nuestro país ya está experimentando serias alteraciones del régimen hídrico y las previsiones a medio y largo plazo alertan de una reducción de la disponibilidad de agua, del aumento de las superficies áridas o semiáridas y de una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos extremos», recordó la vicepresidenta.

Dominio público

El borrador finalmente autoriza plantaciones de choperas en determinados cauces

«En este contexto, los Planes Hidrológicos no pueden seguir avalando prácticas del pasado que nos han conducido a la sobreexplotación de los acuíferos, la contaminación de las masas de agua y el deterioro de nuestros ríos», añadió.

Uno de los principales retos a los que se enfrentan todas las demarcaciones, y en especial la del Duero, son las consecuencias derivadas del cambio climático. Por eso, el Plan Hidrológico trata de dar una primera respuesta a los nuevos requisitos de la Ley. En él hay un nuevo inventario de recursos hídricos que extiende la serie temporal histórica hasta 2017/2018. Esta serie ya identifica los efectos del cambio climático, que para el conjunto de la demarcación del Duero supone una reducción de los recursos entre el 10% de media para la serie larga (1940 a 1918) y el 16% para la serie corta (1980 a 2018).

Este análisis ha llevado a aplicar en el borrador de Plan el principio de precaución, por ejemplo, para fijar las reservas de nuevas demandas de agua.

En el momento actual no se han finalizado los trabajos científicos que permitan identificar y cuantificar los efectos del cambio climático en lo referente a la modificación de las condiciones de referencias de las masas de agua: los resultados de los estudios en marcha o futuros sobre esta cuestión podrían dar lugar a futuros ajustes de los sistemas de evaluación. Igualmente se evalúa el impacto del cambio climático sobre la generación de energía, sobre el regadío, y su incidencia sobre sequías e inundaciones.

Respecto a la implantación y seguimiento de caudales ecológicos, en la demarcación del Duero ya en el plan de 2016 se fijaron caudales mínimos para todas las masas de agua. En este nuevo ciclo se fijan el resto de componentes. Además se han modificado los valores existentes en algunos casos para dar coherencia con el nuevo inventario de recursos y se han analizados aquellos caso de incumplimientos sistemáticos durante el ciclo de planificación 2016-2021. Finalmente los caudales máximos fijados en algunas infraestructuras corresponden a una aproximación que permita su análisis de viabilidad y eficacia, ya que los valores obtenidos por métodos hidrológicos hacen imposible atender las demandas vinculadas a esas infraestructuras.

La sostenibilidad del regadío es un tema importante, no en vano en la demarcación hidrográfica del Duero el mayor uso consuntivo es el agrario (regadío y ganadería) con un 89% de la demanda global frente al abastecimiento (7%) y la industria (4%). Esta gran importancia relativa del uso agrario hace que sea esencial su tratamiento para que se puedan alcanzar los objetivos ambientales de las masas de agua. El principal riesgo para la garantía de este uso es la reducción de aportaciones por efecto del cambio climático. Ante este riesgo el borrador de Plan Hidrológico ha sido muy conservador de cara a admitir la ampliación de demandas en horizontes futuros, incluyendo en la evaluación de cada nueva demanda su posible suministro con garantía en un horizonte de cambio climático (2039).

Respecto a la optimización de la oferta de recursos y las infraestructuras se identifican problemas de adaptación de las infraestructuras y su gestión a los requerimientos ambientales, mejora de monitorización y seguridad de presas, y mejoras en la gestión anticipada especialmente en situaciones de sequía o avenida. Aunque muchas medidas de las que aporta el Programa de medidas son de gestión, otras son claramente inversoras.

Respecto a la delimitación del dominio público hidráulico y su ocupación, el borrador del Plan establece criterios normativos adicionales para autorizar plantaciones de choperas en dominio público hidráulico en determinados cauces; también incluye varias medidas para impulsar el Registro de Aguas electrónico, la constitución de comunidades de usuarios de aguas subterráneas o la agilización de los procedimientos administrativos.

tracking