Diario de León

Agroalimentación

El pimiento de Fresno de la Vega conecta con Uzbekistán

La localidad presentó en Madrid su feria donde el país asiático asistirá como país invitado, y donde se cerrarán aceurdos comerciales con Latinoamérica

Un momento de la presentación de ayer en Madrid. R. P. VIECO

Un momento de la presentación de ayer en Madrid. R. P. VIECO

León

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Si Fresno de la Vega pusiera como bandera ese pimiento-mundo que se impone en el cartel emblema de la 36º Feria (aparece como una bola del mundo), obra del ilustrador Alejandro Cartujo, todo el mundo lo entendería. Porque el pimiento morrón, en Fresno de la Vega es una religión. Contarlo en Madrid requiere de cierta presentación hasta que se prueba, porque se corresponde en calidad y exquisitez con cualquiera de los de denominación territorial que hay en España, por supuesto junto a los de sus paisanos de provincia del Bierzo. Ayer, en la capital, se presentó la feria como evento tradicional pero que, gracias a la labor de Tomás Rodríguez, presidente de la Asociación Internacional de Periodistas y Escritores Latinos de Madrid, y entusiasta vecino del municipio, suma una propuesta en torno a la gastronomía más ambiciosa y el turismo con vocación provincial. Antonio Lozano, alcalde de Fresno de la Vega, presidió el acto, en el que se anunció que Uzbekistán será país invitado, con la presencia del cónsul de su embajada Sardor Sadikov, y con actividades en las que el pimiento leonés cruza el charco para promocionar la tierra y atraer turismo.

Los tres días de la XXXVI Feria del Pimiento Morrón de Fresno de la Vega, los próximos 27, 28 y 29 de septiembre, serán así tanto una fiesta que demuestra su potencial agrícola y de producto elaborado, un recuerdo a los orígenes y una mirada más que ambiciosa para acometer la asignatura siempre suspensa de la provincia: la despoblación. Y llamó la atención, además, la generosa presentación en torno a municipios limítrofes y vecinos y la propia capital. Buena prueba de ello quedó patente incluso en el agasajo posterior en forma de vino leonés, DO León, el queso coyantino de Marsan, junto a las conserveras en torno al pimiento y otros productos.

Si esta feria es una de las más potentes de la provincia por tradición, ayer quedó de manifiesto que hay voluntad de subir la apuesta y exportar un producto que lleva el nombre de su tierra en el nombre. Así como la citada vocación de ida y vuelta. Consuelo Roldán, de la Asociación Cultural Fraxino, destacó la filosofía local tanto de recuperar y conservar tradiciones como poner en valor lo actual. Y José Luis Lorenzo, presidente de la Unión Iberoamericana de Profesionales de Turismo, puso el contrapunto para que el pimiento cruce el charco. Una propuesta en equipo en la que Tomás Rodríguez Arteaga, coordinador de todo, y el alcalde Antonio Lozano reafirmaron la voluntad de convertir la feria en un referente más allá de las fronteras provinciales y ser un lugar hospitalario en el que hasta la expedición de Uzbekistán preparará su plato típico, llamado Plob. Un arroz con más carne, cordero en concreto, que cualquier arroz español, vino a decir el cónsul Sardor Sadikov, gran conocedor además de las costumbres españolas, y que combina, seguro, a la perfección con el pimiento de Fresno.

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