Un problema de salud pública porque las larvas son urticantes

Las masivas repoblaciones efectuadas en los últimos tiempos con diversas especies del género Pinus, como ha ocurrido en la provincia de León, unidas a un incremento de las temperaturas, han propiciado un incremento de la extensión e intensidad de sus erupciones poblacionales, así como su aparición en zonas donde su presencia. Al problema forestal que esta plaga supone para el medio ambiente se suma además uno de salud pública, ya que las larvas de procesionaria son urticantes y pueden causas serior problemas sanitarios.

Por este motivo, el Colegio de Veterinarios de León también ha abordado la cuestión para recordar la necesidad extremar las medidas de seguridad cuando se acudan a zonas de pinares con niños y mascotas, ya que no sólo puede provocar urticarias y reacciones alérgicas al entrar en contacto con las personas, sino que puede provocar graves reacciones, inflamaciones e incluso el fallecimiento de las mascotas.

Habitualmente esta oruga se desplaza en hileras, como si se tratara de una procesión (de ahí el nombre) y se puede encontrar cerca de los pinos, donde instalan sus ‘bolsones’ (similares a una bolsa de algodón), lugar donde se desarrollan las larvas. Su forma de arrastrarse por el suelo en busca de brotes tiernos y formando esas llamativas procesiones es lo que llama peligrosamente la atención de niños y mascotas, que se acercan para tocarlas.