Quinientas personas conviven desde ayer en el campamento

Soplan vientos de guerra en Astúrica Augusta. Astures y romanos empezaron ayer a preparar sus armas y estrategias para la batalla que los enfrentará durante todo el fin de semana. La iniciación de los guerreros astures que se incorporaron este año a las tribus y su juramento de fidelidad al caudillo astur Sebius marcó el final de una jornada en la que el campamento de El Melgar cobró vida de nuevo. Unas quinientas personas, según fuentes de la organización, vivirán y recrearán en el recinto durante las fiestas astur romanas diversos momentos relacionados con el pasado de la ciudad. Once tribus astures y quince legiones romanas, un numero sensiblemente superior al de pasadas ediciones, compartirán hasta el domingo un espacio que ha tenido que crecer en superficie. Las fiestas comenzaron con la presentación de las jornadas gastronómicas de cocina astur romana de la Asociación Gastronómica y Cultural El Borrallo. Sus restaurantes ofrecerán hasta el domingo sugerentes platos heredados de astures y romanos, como perdices al ostión, bacalao a las pasas, caldereta al estilo Pompeya, flan de almendras y pasas o dulce romano. El locutor de Cope Astorga Ricardo García ejerció ayer de mantenedor de las jornadas y ofreció un discurso en el que repasó las costumbres gastronómicas, sociales, culturales, de ocio y hasta sentimentales de los romanos. Los festejos alcanzarán hoy uno de sus momentos centrales, con la apertura del mercado en la plaza de Santocildes, y con la llegada a la ciudad del César Josefus Orologius I, que tendrá que someter por la fuerza a sus habitantes. Éstos presentarán tal resistencia que incluso peligrará la vida del César que, finalmente, logrará hacerse con el control de Astúrica. Con la llegada de la oscuridad, los druidas narrarán leyendas y cuentos a los habitantes de la ciudad y sus visitantes.